Son cerca de 45 mujeres las que trabajan en las graveras de la región de Adrar, en pleno desierto al sur de Argelia, para satisfacer las necesidades de sus hijos y sus familias.
El comité de la mujer del Sindicato Nacional Autónoma del personal de la administración pública (SNAPAP) las llama « recolectoras de grava ». El sindicato ha realizado una encuesta sobre estas mujeres cuyos resultados serán publicados próximamente.
Estas mujeres de todas las edades son transportadas en camiones y a veces incluso en semirremolques para recorrer más de 300 kms. desde su lugar de residencia hasta llegar a su lugar de trabajo, canteras donde deben recoger la grava y luego depositarlo en las cajas de los camiones para que los encargados los distribuyan después por otras provincias. En la encuesta se especifica como las recolectoras de grava permanecen dos o tres días en las mismas canteras todo el tiempo que dura la carga de los camiones.
"La recogida de la grava se realiza con las manos desnudas. Se contentan con pan y agua y pan toda la duración de la estancia en esta región, uno de los desiertos más áridos del planeta “, testimonia Yamina Meghraoui, presidenta del comité de mujeres trabajadoras afiliado al SNAPAP. "La miseria de estas mujeres sobrepasa todo entendimiento," alerta la misma sindicalista, que denuncia que ya han muerto tres mujeres en este trabajo. "Estas mujeres han intentado regresar a sus hogares, pero se han extraviado en el Sahara y han muerto de deshidratación. Los propietarios de las canteras de Adrar y Reggane continúan pisando e incumpliendo la ley con total impunidad".
Discriminaciones
No es solamente en Reggane donde las mujeres sufren una explotación salvaje en su trabajo cotidiano.
El Snapap ha preparado una guía jurídica sobre el trabajo de la mujer identificando en 11 provincias los casos de violación e incumplimiento de la ley que rige el trabajo de la mujer. El permiso de maternidad limitado a 98 días es el primer punto que no se cumple para las mujeres trabajadoras. Las disposiciones legales no contemplan el caso de las mujeres embarazadas que enferman los últimos meses de su embarazo. El permiso de maternidad como está fijado actualmente se ve reducido por el número de días de licencia por enfermedad cogidos antes del parto, una barbaridad para quienes tienen que volver al trabajo a veces sólo dos meses después del parto.
Los empresarios de los sectores económicos se niegan a reclutar a mujeres para el trabajo nocturno. Esto, a pesar de que el artículo 29 (ley 90-11) especifica que exenciones especiales podrán concederse por los inspectores de trabajo territorialmente competentes cuando la naturaleza de la actividad y las características del puesto de trabajo justifiquen estas excepciones. Simplemente una manera de excluir a las mujeres de la contratación.
La ausencia total o la falta de estructuras de apoyo (nichos de empleo, ayuda a domicilio) también impiden el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad “reducidas a correr entre el trabajo y los cuidados”
Podéis leer la información en francés en: www.elwatan.com/actualite/l-...
Equipo de trabajo para el norte de África de la S. de RR. II. de la CGT