Oviedo.-"Animo a los ovetenses y a los asturianos a no caer nunca más en el derrotismo y a trabajar unidos por esta hermosa tierra que tanto bueno tiene". Este positivo mensaje fue uno de los que centró las palabras de agradecimiento del doctor Javier González Tuñón tras recibir este jueves el premio 'Ovetense del año' de manos del alcalde de la ciudad, Agustín Iglesias Caunedo. El premiado, puso especial énfasis en dedicar el premio a todo su equipo, "a los que llevan 30 años conmigo y a los más recientes, a todos ellos" con los que comparte un espíritu de excelencia profesional y cariño al paciente, como co artífices de sus logros. Y tuvo, sobre todo, una emotiva dedicatoria de sus logros profesionales y su trayectoria humana a su madre, presente en el homenaje, y a su fallecido padre, a quien dedicó especialmente un premio "que me hace sentir más que nunca el compromiso con mi ciudad, Oviedo, y con Asturias, y la voluntad decidida de hacer en adelante todo aquello que no haya hecho todavía, para apoyar su desarrollol, su prosperidad". González Tuñón, que no obvió que el éxito de su carrera profesional y empresarial conllevó muchas pérdidas, las del tiempo para estar con sus hijos, con sus padres, con sus hermanos, sus amigos, insistió en la necesidad de que los asturianos "hagamos valer todo lo bueno de Asturias fuera de ella, porque si no lo valoramos nosotros ¿quién lo va a hacer?, pidiendo un trabajo unido de todos y para todos, empresarios, políticos, sindicalistas, capaces en conjunto de hacer grandes cosas por esta tierra tan querida". A los políticos les pidió un esfuerzo añadido para mejorar unas comunicaciones sin las que Asturias difícilmente puede progresar.
Previamente a su intervención, ante más de 300 invitados reunidos en el Hotel de la Reconquista, tomaron la palabra el alcalde, Iglesias Caunedo, y el exrector y profesor que lo fue del premiado, Juan José López Arranz. Caunedo, quien elogió la rica personalidad de Javier González Tuñón, ejemplo de excelencia clínica, capaz de correr la Maratón de Nueva York, de participar como costalero en la Hermandad de Estudiantes, por Semana Santa, de destacar en las artes marciales como karateca o de poner en marcha desde el Colegio de Odontólogos que preside un proyecto con Caritas que es todo un homenaje a la dignidad humana, finalizó definiéndolo como "un ser humano por el que es imposible no sentir cariño, no sentir respeto".
López Arranz, el 'jefe', como afectuosamente lo llaman los 17 que junto con Tuñón estudiaron en la primera promoción de la Escuela de Estomatologìa, describió el carácter disciplinado y el afán de conocimiento que llevaron al premiado a adquirir una valiosa formación de vanguardia en los mejores centros clínicos del mundo, conocimientos que luego redundaron en beneficio de la ciudad y de sus propios colegas al ser transmitidos por 'Tuto', como cariñosamente lo llaman sus amigos.
En el acto, que contó con la participación de numerosas representaciones sociales y profesionales de Oviedo otras ciudades y localidades asturianas, participó tambièn la soprano Tina Gutiérrez, quien interpretó dos piezas especialmente emotivas para el homenajeado.