El Hospital pasará de contar con dos equipos a cinco, tres de ellos de nueva adquisición

El equipo de más alta resolución evitará tener que derivar los estudios más complicados a otras comunidades autónomas

Oviedo.-El servicio de radiodiagnóstico del nuevo Hospital Universitario Central de Asturias ha puesto en marcha esta semana dos de las tres resonancias magnéticas de nueva adquisición, que permiten realizar diagnósticos más ágiles, certeros y cómodos para los pacientes, a quienes se podrá realizar estudios que por su complejidad eran derivados a otras comunidades. Una vez concluido el traslado, el Hospital pasará a contar con un total de cinco equipos, tres de ellos de nueva adquisición, lo que redundará en una atención más rápida y de mayor calidad.

Desde este lunes, día 10, más de una decena de pacientes han pasado ya por las dos nuevas máquinas instaladas en el centro de la Cadellada, donde por el momento trabaja en turno de mañana y tarde un equipo integrado por cuatro radiólogos y cuatro técnicos. En las próximas semanas el Hospital recibirá el tercer equipo de resonancia específico para el diagnóstico por imagen de pequeñas articulaciones.

El diagnóstico por resonancia magnética es una de las modalidades de imagen con mayor potencial para enfermedades como el cáncer o las patologías neurodegenerativas. Se trata de una técnica no invasiva que obliga al paciente a permanecer durante un determinado periodo de tiempo, a veces de más de media hora, inmóvil dentro de un tubo, que ahora gana amplitud, con lo que se reduce la sensación de claustrofobia.

Los dos equipos que ya han empezado a recibir pacientes son el Magnetom Skyra,  y el Magnetom Aera, de 3 y 1,5 teslas respectivamente. La tesla es la unidad que mide la intensidad del flujo magnético o la inducción magnética, de modo que cuanto mayor sea esta intensidad, mejor resolución tendrán las imágenes.

El equipo de tres teslas, el primero de estas características que se instala en un centro sanitario público en España, permite obtener imágenes de muy alta resolución, especialmente útiles para los diagnósticos por neuro-imagen, lo que evitará tener que derivar los estudios más complejos a otras comunidades autónomas. El tubo en el que se introduce el paciente es más amplio de lo habitual, más corto y mejor iluminado. Incorpora, además, un sistema interno que amortigua el ruido en un 90% y secuencias anti movimiento, útiles en los casos de pacientes poco colaborativos.

Otra de sus características es la obtención de imágenes médicas de alta resolución en tres dimensiones, tanto en neurología, como en cardiología, mama y abdomen. Además, el tiempo de examen se reduce significativamente, entre un 30 y un 50%, dependiendo del tipo de prueba.

Todas estas ventajas son especialmente significativas para el diagnóstico de lesiones que afectan al sistema nervioso central, algunas de ellas muy pequeñas y que son muy difíciles de detectar si no se cuenta con esta tecnología, como algunos tipos de epilepsia.

La mejora de la imagen permite además realizar algunas pruebas sin necesidad de emplear sustancias de contraste, lo que es mucho más cómodo para los pacientes, y tomar imágenes de alta calidad sin anestesia. Esto es especialmente útil para los pacientes de pediatría que debían permanecer inmóviles durante un largo periodo de tiempo dentro del equipo de resonancia.