La transformación más importante para los próximos años será que internet va a comunicar los objetos entre sí. “Si hasta ahora hemos visto el internet de las personas, lo que está llegando es el internet de las cosas, conectar cosas, la tecnología conectará a las máquinas entre sí”, indica el experto.
La revolución digital que vivimos afectará a todos los ámbitos de nuestras vidas de forma rápida y profunda, según un responsable de Telefónica I+D
JPA/DICYT Los cambios que estamos viviendo con la aplicación de las nuevas tecnologías en nuestras vidas afectan a todos los ámbitos económicos, sociales o culturales, según ha asegurado en Salamanca Antonio Ferreras, director del centro de Telefónica I+D en Boecillo (Valladolid) dentro delas Jornadas sobre Innovación Tecnológica que ha puesto en marcha el grupo de investigación BISITE de la Universidad de Salamanca. En opinión de Ferreras, dentro de la “revolución digital”, la tecnología móvil tiene un papel esencial.
Para algunos autores, la época en la que vivimos ya se ha convertido en la tercera gran revolución de la historia de la humanidad. La primera ocurrió hace 10.000 años con la aparición de la agricultura; la segunda fue la revolución industrial, que se desarrolló en dos fases; y “ahora mismo estamos viviendo la revolución digital, que no tiene marcha atrás y afecta a todos los ámbitos de nuestra vida”, ha afirmado el responsable de Telefónica I+D en declaraciones a DiCYT.
Probablemente, la diferencia con respecto a los dos grandes cambios anteriores es la velocidad y la profundidad a la que se está produciendo. Las personas que vivieron las anteriores revoluciones apenas notaron cambios a lo largo de sus vidas, mientras que en nuestro caso, “en esta década va a cambiar más el mundo que en los 200 años anteriores”, apunta.
En esta jornada, que tendrá su continuidad mañana y que se enmarca dentro del Máster en Telefonía Móvil de la Universidad de Salamanca, Ferreras ha hablado sobre todo de las tendencias de futuro. “Internet cambia el mundo de los negocios y todos se van a ver afectados”, comenta. Algunos han “saltado por los aires”, como los de la música o el vídeo, mientras que el mundo de la educación, el comercio o el periodismo están sufriendo convulsiones que los modifican profundamente, pero también otras profesiones que parecen estar al margen se van a ver afectadas.
En cualquier caso, la transformación más importante para los próximos años será que internet va a comunicar los objetos entre sí. “Si hasta ahora hemos visto el internet de las personas, lo que está llegando es el internet de las cosas, conectar cosas, la tecnología conectará a las máquinas entre sí”, indica el experto.
La tecnología móvil, elemento clave
En su opinión, la telefonía móvil es una de las piezas clave de la actual revolución, ya que ha unido “la comunicación, la ubicuidad y la potencia de internet en un dispositivo orientado a las personas”. Aunque apenas nos demos cuenta, “el 98% de la gente que tiene un teléfono inteligente no se separa de él más de un metro las 24 horas del día, es lo primero que miras cuando te levantas y lo último cuando te acuestas”.
En el encuentro también han participado especialistas de las empresas Flag Solutions e INDRA Software Labs. El responsable del Área de Movilidad de INDRA en Salamanca, Miguel Ángel Sánchez Vidales, ha hablado de la elevada demanda de profesionales para el desarrollo de tecnologías móviles, área en la que sobre todo se necesitan “buenos profesionales”, teniendo en cuenta que el trabajo en este sector es muy diferente al de la informática tradicional.
“Los proyectos son ágiles, duran menos que un proyecto más grande y esto exige niveles altos de productividad”, ha declarado. Además, la tecnología móvil es un ámbito “multitecnológico”, ya que casi siempre se pide el mismo proyecto iOS, Windows Phone, Android y HTML5, además de que conlleva el trabajo con servidores y una parte de diseño y usabilidad. Todo ello hace que coordinar un proyecto para dispositivos móviles sea todo un reto.
FOTO: Antonio Ferreras, a la derecha, en la inauguración de las jornadas de BISITE.