Javier Fernández rechaza cambiar el sistema de las comunidades de régimen foral pero pide un cálculo de los cupos que aporte más a la caja común del Estado.

Redacción.-El presidente del Principado, Javier Fernández, ha señalado en una entrevista en la Televisión de Castilla y León que desconoce si hay comunidades autónomas negociando de manera bilateral el nuevo mapa de la financiación autonómica. Si lo estuvieran haciendo, ha dicho, “no estaría de acuerdo. Si hay un asunto multilateral por excelencia es éste”.

El presidente asturiano lo tiene claro: igualdad de todos los españoles a la hora de recibir servicios. “Si es lo que efectivamente queremos que haya, las cuentas son sencillas y de fácil comprensión: contabilidad analítica de costes”. Esto se traduce, ha explicado, en determinar cuánto cuesta prestar una unidad de servicio público (sanitario, educativo, de servicios sociales…) en cada lugar del territorio. “Es lo justo y razonable. A partir de ahí, podemos debatir y debatiremos”, ha asegurado.

La posición que defiende Asturias –compartida con Castilla y León, Aragón, Extremadura, Galicia y La Rioja y plasmada en un documento que recoge los principios básicos que deben presidir la negociación del nuevo modelo de financiación—, es tener en cuenta variables como el envejecimiento, la baja densidad, la despoblación… para lograr un nivel de prestación de servicios públicos de calidad estándar.

“Hay quien piensa que hay que vincularlo a la población; hay quien entiende que hay que conectarlo con la potencia fiscal del territorio. Nosotros creemos que hay que vincularlo al coste de la prestación del servicio. No es lo mismo llevar determinados servicios, como la educación, a una zona urbana que a una rural; y no es lo mismo que tengamos una población envejecida que no porque las personas mayores frecuentan más la sanidad.

Por lo tanto, el servicio cuesta más donde hay una población más envejecida. Estas consideraciones son las que queremos que se tomen. Más que en el número de personas, hay que pensar en los usuarios, quiénes los usan y cuánto los usan”, ha insistido.

En todos los estados compuestos, ha abundado Javier Fernández, es un asunto recurrente. “Por eso, interesa hablarlo sin demasiado dramatismo, sin llevarlo a un conflicto territorial que es de los más amargos que puede tener un país”. Lo que ocurre en España es que “los nacionalismos distorsionan el debate”.

El jefe del Ejecutivo asturiano ha afeado a Extremadura y a la Comunidad de Madrid que estén intentando presionar al Gobierno central usando como arma sus balanzas fiscales para posicionarse de cara a la negociación de la financiación, informes que han publicado el pasado miércoles. “Conectar estos saldos con la financiación autonómica es una arbitrariedad porque en ellos están, por ejemplo, las pensiones. Si en Asturias, o en Castilla y León, son más altas o más bajas que en otras comunidades, tiene que ver con lo que en su día cotizaron los ciudadanos”, ha argumentado.

Fernández ha rechazado la instrumentalización de estos datos porque no resultan válidos para fijar las necesidades de cada comunidad a la hora de cubrir los costes de sus servicios públicos y lo único que generan es “mucho desconcierto en la ciudadanía”.

Cupos vaco y navarro

Preguntado sobre si apoyaría la revisión de los regímenes forales del País Vasco y Navarra contemplados en la Constitución, el presidente del Principado ha rechazado abrir un conflicto en relación al sistema. “Ahora no creo que, desde el punto de vista político, interese”.

No obstante, ha puntualizado, el cupo (la aportación de estas comunidades a la caja común del Estado) “está mal calculado. Es más, es muy opaco, es ahora mismo la máquina enigma, la caja negra de la financiación española”. Por tanto, ha matizado, “el mensaje sería no cambie el sistema, cambie el cálculo para que los resultados puedan convencer al sistema general, que contribuyan a determinados mecanismos de solidaridad ya que hablamos de dos comunidades que son las que más renta tienen”.