Para el ministro, este reparto "es más inteligente" que el se venía realizando hasta ahora, por lo que ha descartado volver al pasado a la hora de repartir las cuota de pesca de caballa y jurel, a pesar de las protestas de algunas cofradías.

A este respecto, Arias Cañete ha lamentado que España haya estado pagando multas por la sobrepesca de caballa en los años 2009 y 2010, "que se realizaron sin ningún control de las autoridades españolas en aquel momento". 

Miguel Arias Cañete hacía estas declaraciones esta tarde en la sede del Ministerio, tras la presentación de la Estrategia de apoyo a la Producción Ecológica, donde ha precisado que este Gobierno, tras realizar una buena negociación en la Unión Europea de las posibilidades de pesca, se encuentra ahora repartiendo las cuotas entre el caladero. 

Según Arias Cañete, con este tipo de reparto, se evita que todos los barcos salgan a pescar "sin responsabilidad" hasta que se acabe la cuota y se tenga que cerrar el caladero, "con lo que pierden los más responsables".

De esta forma, Arias Cañete ha apuntado que el Gobierno ha conseguido un acuerdo básico en el caladero, "a pesar de que determinados puertos se consideran maltratados y pretenden que volvamos al viejo sistema del pasado, es decir, que la cuota no se distribuya y nadie sea responsable de cumplir nada".

Arias Cañete ha reiterado que el Gobierno siempre ha mantenido el diálogo, "y hemos logrado un acuerdo básico con la mayoría de las comunidades (Cantabria, Galicia, País Vasco) y con muchas de las cofradías", ha subrayado. Como ejemplo, el ministro ha citado el acuerdo alcanzado, "sin ningún problema", en el Golfo de Cádiz, "porque hay una enorme responsabilidad en los pescadores afectados".

En definitiva, "la voluntad del Gobierno es seguir avanzando hacia una pesca responsable, negociar las mayores posibilidades de pesca en la Unión Europea, ir a los repartos más próximos al buque, y a responsabilizar a cada armador de la pesca". En este sentido, Arias Cañete se ha mostrado contrario a aquellos sistemas que, aparentemente, permiten pescar mucho en muy pocos días, pero que obligan a cerrar el caladero muy pronto.