Por Fernando Bazán/noticiasdesiria.blogspot.-Las tensiones se dispararon hoy en la frontera sur de Líbano luego del anuncio de que el ejército israelí atacó a dos combatientes de Hezbollah que estaban plantando una bomba cerca de la frontera de Israel con Siria. Aviones israelíes comenzaron a realizar maniobras aéreas sobre el sur de Líbano y en la región oriental en la madrugada, mientras las Fuerzas de ONU en Líbano enviaron patrullas a lo largo de la frontera; Israel elevó su nivel de alerta, puso un tanque detrás de una barrera de sacos de arena a través de la aldea fronteriza de Maroun Ras y -según fuentes militares- confirmaron que los presuntos combatientes de Hezbollah fueron heridos, sin dar más detalles sobre la gravedad de las lesiones.
Las Alturas del Golán: la nueva frontera del conflicto sirio
Fuentes militares israelíes adelantaron que esperaban una mayor confrontación después que Hezbollah amenazó con tomar represalias por el ataque israelí del 24 de febrero -el primero dentro del Líbano desde la guerra de 2006- y Hezbollah amenazó con tomar represalias ya que "Este nuevo ataque equivale a una agresión flagrante contra Líbano, su soberanía y su territorio (…) No se quedará sin respuesta por parte de la resistencia, que elegir el momento adecuado, el lugar y los medios", informó el grupo chiita mediante un comunicado dado a conocer en ese momento.
Adicionalmente, Israel disparó ocho cohetes en dos descargas independientes -contra territorio sirio- seguido por fuego de ametralladora, en violación de la tregua de 1974. La agencia de noticias estatal de Siria, SANA, informó que el bombardeo impactó en una escuela y una mezquita dejando un saldo de 11 heridos, entre ellas siete policías.
Una fuente militar declaró que Israel lanzó a las 6 am cuatro misiles en las colinas de Al-Sateh y Al-Khwein –impactando en una escuela- en la zona de Al-Hamidiyeh –impactaron la mezquita- y a las 6:30 cuatro disparos de tanques impactaron en la zona de Al-Hurriyeh. Fuentes militares sirias señalón que "Esta agresión subraya una vez más la realidad de la participación directa de la entidad sionista en el respaldo y el apoyo a los grupos terroristas y demuestra sin lugar a dudas, en la medida de la coordinación existente entre el enemigo sionista y estos grupos, sobre todo en este momento en que los grupos terroristas están recibiendo huelgas graves a manos de los héroes del Ejército Árabe Siria, en un intento desesperado para mitigar la presión sobre ellos".
La frontera, que estuvo en calma durante los últimos 40 años, ahora es menos tranquila e Israel ha gastado más de u$s 57,3 millones para crear una nueva barrera de alta tecnología en las Alturas del Golán. Desde el inicio de la guerra civil en Siria, los combates dentro del país han dejado a la frontera dividida bajo el control de las fuerzas leales al presidente Al-Assad y de varias facciones rebeldes; ahora, la parte norte de la frontera está ahora bajo el control de grupos rebeldes más seculares, el centro está controlado por una mezcla de grupos salafistas y seculares, mientras que la sección sur está en manos de los grupos más religiosos como Jabhat Al-Nusra. Las fuerzas del régimen sirio controlan las zonas con población civil.
Helicópteros de combate sirios lanzaron múltiples incursiones en áreas dentro de Líbano, cerca de la ciudad fronteriza de Arsal, en lo que describió un funcionario local como "el ataque más violento que el área ha sufrido" con un saldo de 5 heridos. Mientras tanto, cohetes disparados desde Siria alcanzaron una zona deshabitada cerca de Nabi Sheet -Este de Líbano- una zona dominada por Hezbollah y que fue atacada por la aviación israelí el 24 de febrero. Un grupo presuntamente vinculado con Al-Qaeda se atribuyó la responsabilidad por el ataque: "Los héroes de Jabhat Al-Nusra en Líbano atacaron los bastiones del partido de Irán (Hezbollah) con varios cohetes, en represalia por sus masacres en Siria", dijo el grupo en Twitter.
Ambos incidentes se producen en un momento de aumento de las tensiones entre Israel y Hezbollah. El grupo libanés había prometido represalias después del presunto ataque israelí contra una de sus bastiones a fines de febrero, en lo que marcó el primer ataque israelí contra Hezbollah en territorio libanés desde la guerra de 2006. Una pregunta clave -sin respuesta- sobre el incidente en el Golán es cómo los soldados israelíes fueron capaces de identificar a los dos hombres como los combatientes de Hezbollah; una fuente diplomática dijo que la información indica que los dos hombres eran en realidad soldados sirios y no combatientes de Hezbollah. La situación de seguridad en el Golán, derivada de la guerra civil siria, ofrece más oportunidades potenciales a Hezbollah para organizar emboscadas con bombas o ataques con misiles antitanque, morteros o francotiradores similares a las operaciones que lleva a cabo a lo largo de la Línea Azul antes de 2006, pero le permite a Hezbollah la negación manteniendo a Israel en tensión permanente.
Las hipótesis que expliquen los ataques israelíes pueden ser dos: la primera es que Hezbollah está sobrecargado debido a su participación en Siria, que además le ha generado atentados en sus propios bastiones libaneses por parte de grupos salafistas pro sirios, e Israel sabe que es un buen momento para provocar a la milicia chiita y medir su capacidad para operar en dos frentes; la segunda es que, Hezbollah al enviar a miles de sus combatientes a Siria para apoyar a las tropas del presidente Bashar Al-Assad, ha perdido parte de su apoyo doméstico como regional y frente a la creciente presión por su apoyo al régimen sirio trata de revitalizar las banderas de la resistencia con incidentes fronterizos.
Las fuerzas del gobierno combinadas con Hezbollah, han capturado el último bastión de los rebeldes en las montañas Qaddoum que dan a la ruta principal de Damasco. Si las fuerzas estatales pueden sostener el control de la ruta Damasco-Latakia, habrá fracturado la revolución en el Oeste de Siria y romperá las líneas de suministros rebeldes de Jordania y Líbano.
Estos avances permitieron que el presidente Bashar Al-Assad se esté preparando, en silencio, para ser reelegido. El presidente no ha anunciado todavía si se presentará a un tercer mandato, pero en algunas zonas controladas por el gobierno los preparativos de Damasco para su candidatura son inconfundibles: las reuniones públicas se han convertido en plataformas para instar al presidente, las autoridades están organizando una vez más manifestaciones de apoyo a Al-Assad y acusan a los opositores de las masacres de civiles, los comerciantes se animan a mostrar su apoyo mediante los colores nacionales en sus escaparates mientras que otros expresan su lealtad en las pantallas. Las elecciones presidenciales, que están previstas para julio, solo tienen a Moaz Al-Khatib -figura popular de la oposición radicado en Qatar- que inició una campaña online y cuenta con una decena de miles de seguidores.