Gijón.-Cientos de personas han asistido hoy en la iglesia de San Lorenzo al funeral por las víctimas del incendio en el que perdieron la vida seis miembros de una misma familia, tres de ellos menores, que pasaban el fin de semana en una casa rural de el pueblo burgalés de Tordómar.
La iglesia se quedó pequeña para albergar a todos los asistentes, por lo que gran parte de ellos tuvieron que esperar en la calle a que finalizase el sepelio, al que asistieron autoridades regionales y municipales, así como familiares y amigos de los fallecidos.
El obispo auxiliar de Oviedo, Juan Antonio Menéndez, fue el encargado de oficiar el funeral, que no era de cuerpo presente, pues las cenizas de las víctimas de esta tragedia ya descansan en la Ermita de Deva.
Menéndez ha destacado durante la homilía la "inesperada muerte" de estas seis personas, que ha dejado un intenso dolor entre sus familiares y amigos, a quienes hay que consolar y dar esperanza "porque la vida sigue".
"Venimos simplemente a acompañar, pensando en los que ya no están y en los que se quedaron", ha señalado la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón a su entrada al templo, añadiendo que "hoy más que nunca representamos a todos los gijoneses".
En la misma línea se han manifestado el consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, quien ha asegurado que "estamos aquí para acompañar a la familia", y el delegado del Gobierno en Asturias, Gabino de Lorenzo para el que "esta tragedia será muy difícil de superar, esperemos que lo consigan".