El funcionario indicó que generalmente las repatriaciones de migrantes muertos vienen con procedencia de México y Estados Unidos que son países muy exigentes en el proceso.
El vicecanciller de la República, Alden Rivera, descartó cualquier posibilidad que dentro de los ataúdes donde venían repatriados los cuerpos de hondureños asesinados en Tamaulipas, se hayan utilizado para traficar armas ya que personalmente junto a los funcionarios de la Fiscalía y Medicina Forense revisaron uno a uno los féretros.
El funcionario salió al paso de declaraciones ofrecidas por Juan José Alvarenga, agente de la pastoral de Movilidad Humana de la Arquidiócesis de Tegucigalpa, quien afirma que familiares de uno de los fallecidos sólo encontraron cal y arena dentro del féretro.
“Yo personalmente estuve en la revisión por lo que descarto la mínima posibilidad que en alguno de los ataúdes haya venido arena, cal o armas”, enfatizó Rivera.
El funcionario indicó que generalmente las repatriaciones de migrantes muertos vienen con procedencia de México y Estados Unidos que son países muy exigentes en el proceso que se sigue para los trámites de repatriación, sin embargo, para satisfacción del Ministerio de Seguridad y los entes de justicia, la Cancillería está en la disposición de aceptar que cada uno de los ataúdes que vienen del exterior puedan ser revisados para descartar que sean utilizados con fines diferentes a la repatriación de personas.
En los últimos meses, la Cancillería, a través de la dirección de Asuntos Consulares, ha repatriado alrededor de 169 cadáveres procedentes de diferentes partes del mundo, pero la mayoría de México y Estados Unidos, el año pasado se repatrió una cantidad similar incluyendo los 23 migrantes que murieron en la masacre de Tamaulipas