Por Fernando Bazán
Se anunció oficialmente que el mes sagrado musulmán, Ramadán, comenzará en Siria el lunes 01 de agosto -que también es el Día Nacional del Ejército sirio- y en este marco de celebraciones religiosas, las protestas y los enfrentamientos siguieron el interior del país donde se aguardan más actividades populares y sociales a lo largo del mes sagrado.
Los manifestantes sirios estaban aguardando la llegada de Ramadán, ya que pueden reunirse en las mezquitas para las oraciones nocturnas, mientras que las autoridades sirias pensaban conseguir más calma a lo largo del mes ya que la gente suele estar más interesada en las tradiciones sagradas en este período y se ve reducida la jornada de trabajo a tiempo parcial durante el día y las oraciones de la noche.
Las fuerzas de seguridad sirias bombardearon a Hama con un inusual encarnizamiento, disparando a cualquiera que se atreviese a salir a las calles. Ayer fue el primer día del mes sagrado musulmán del Ramadán y muchos de los habitantes de Hama salieron al momento de la oración, en una ciudad que es conocida por desafiar el peligro, y concurrieron a las mezquitas para las oraciones del amanecer y al instante se reanudó el bombardeo; las fuerzas de seguridad sirias mataron a más de 120 personas en lo que los activistas de derechos humanos calificaron como el día más sangriento desde comenzaron los levantamientos en marzo.
Las operaciones del ejército golpearon varias partes del país al mismo tiempo. Tanques apoyados por unidades de infantería y disparando ametralladoras pesadas barrieron Hama, al amanecer, señalando el inicio de una campaña muy anticipada en una ciudad que se había convertido en un modelo a gran escala de la disidencia pacífica. Durante semanas, las manifestaciones no violentas pedían el derrocamiento del presidente Bashar Al-Assad y del sistema autocrático de gobierno con marchas que congregaban a más de medio millón de personas, lo que llevó a algunos a declarar que Hama fue "liberada".
La perspectiva de que un importante centro urbano se deslizase fuera del control de las autoridades parece haber inducido a la escalada militar de ayer y ello explicaría la determinación del régimen de Al-Assad por pacificar a Hama -la ciudad más conflictiva en la última fase del levantamiento- y que produjo la indignación internacional debido a la elevada cantidad de personas muertas en las operaciones.
En un comunicado, una fuente oficial militar siria declaró que grupos terroristas armados cortaron las carreteras principales y secundarios en la ciudad de Hama y trataron de aislar y cortar las carreteras que conectan con otras provincias, las unidades del ejército trataron de abrir las carreteras que conecta el exterior ciudad a los alrededores con el fin de restaurar la vida normal. La agencia oficial siria, SANA agregó que mientras que las unidades del ejército estaban llevando a cabo sus tareas habituales, fueron atacadas con armas de fuego, mientras que los grupos terroristas armados quemaron las estaciones de las fuerzas de seguridad y destrozaron las instalaciones públicas.
Europa y Estados Unidos harán un nuevo intento de lunes para forzar al Consejo de Seguridad a emitir una resolución condenatoria para el régimen sirio; se aguarda una sesión del Consejo, a puertas cerradas, tras la condena generalizada de la última ola de violencia en la que alrededor de 140 personas murieron el domingo durante las protestas en Hama. Sin embargo, el Consejo compuesto por 15 naciones -5 permanentes y 10 temporales- sigue dividido sobre cómo reaccionar ante los sucesos en Siria; mientras que las naciones occidentales exigen medidas duras, China y Rusia amenaza con vetar cualquier resolución formal.
William Hague, Ministro de Relaciones Exteriores británico, llamó a una "presión internacional más fuerte" en Siria tras una ofensiva mortal contra los manifestantes, pero descartó una intervención militar. Hague señaló que debe incrementarse la presión no solo de los países occidentales sino de las naciones árabes, que incluye a Turquía, que ha sido muy activo en tratar de persuadir al presidente Al-Assad.
Hague ha manifestado que el Reino Unido no desea sanciones adicionales o una intervención militar, sino que desea una Resolución del Consejo de Seguridad que condene la violencia, pida la liberación de presos políticos, exija reivindicaciones legítimas y respuestas hacia las reformas.
Christine Fages, portavoz del Ministerio de Exteriores francés, dijo que Francia y sus socios en la Unión Europea están preparando nuevas sanciones contra Siria. Fages dijo en un artículo publicado este lunes que los funcionarios políticos, militares y de seguridad en Siria deben saber, ahora más que nunca, que tendrán que rendir cuentas de sus actos.
Se supo hoy que la Unión Europea amplió sus sanciones contra Siria con la imposición de la congelación de activos y la prohibición de viajar contra cinco militares más y funcionarios del gobierno; la decisión de la UE, aumenta el número de personas afectadas por la UE a 35 y se espera que se conozcan los nuevos nombres el día martes.
El uso de las resoluciones del Consejo por parte de las naciones occidentales en contra de Libia, para justificar los ataques aéreos de la OTAN y las injerencias a favor de los rebeldes, han molestado a Rusia, China, Brasil, India y Sudáfrica que se han mostrado reticentes a darle apoyo a esta nueva resolución en contra de un Estado árabe.
Algunos sectores consideran que de aprobarse una resolución, condenando a Siria, se abriría el camino a una campaña militar contra Al-Assad, aunque este supuesto fue negado por los líderes europeos y de la OTAN. Anders Rasmussen, Jefe de la OTAN, dijo que en Libia se estaba llevando adelante una operación con mandato de ONU y que se contaba con el apoyo de los países de la región, para Siria esas dos condiciones no existen.
Rusia ha propiciado una política de no intervención en los asuntos internos de los estados árabes, en el caso de Libia se abstuvo de votar y en el sirio a vetado los proyectos de resoluciones en el pasado; esta posición se explica debido a los intereses rusos en el puerto de Tartus y en que Damasco es un importante cliente de armas rusas. Sin embargo hoy el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso dijo que su país estaba preocupado por los informes de sobre la ciudad de Hama, llamó a poner fin a la violencia y señaló que el uso de la fuerza contra la población civil y los representantes de las estructuras del Estado son inaceptables y deben cesar.
Aunque Rusia fue dura al momento de calificar las acciones del régimen sirio no estaba claro cómo Rusia respondería al nuevo impulso sancionatorio propiciado por los norteamericanos y europeos dentro del Consejo de Seguridad, ámbito donde han dominado las discrepancias respecto a qué hacer con las sucesivas intervenciones armadas del gobierno sirio en contra de los manifestantes.
Al igual que Rusia, China no ha señalado su posición luego de los incidentes del fin de semana en Hama, respecto de apoyar una resolución en contra de Siria; ambos países se han mantenido firmes en su oposición contraria a cualquier tipo de acción del Consejo de Seguridad sobre Siria. La pregunta es: ¿Cuánta violencia es necesaria en Siria para que Rusia y China estén, al menos, dispuestos a abstenerse ante una resolución del Consejo de Seguridad?
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