Gijón.-El Acuario de Gijón ha incorporado un nuevo tanque con cuatro especies diferentes de tiburones tropicales. Estos depredadores, comunes en los arrecifes de coral, llevan en el Acuario desde la semana pasada, en la zona de Indopacífico.
Las nuevas especies son tiburón nodriza de cola corta, tiburón de arrecife de puntas blancas, tiburón de arrecife de puntas negras y tiburón bambú. Esta última especie ha sido reproducida en cautividad en la instalación gijonesa. Según informa el Acuario, se trata de animales que no suelen sobrepasar 1,20 o 1,30 centímetros de longitud y son depredadores frecuentes en los arrecifes coralinos alimentándose de peces, cefalópodos y crustáceos principalmente.
Los nuevos ejemplares del acuario de Gijón, que tienen una talla aproximada de 80 centímetros, pasarán al tanque principal junto al resto de tiburones cuando alcancen la talla adulta. Además, estos tiburones han roto con la creencia de que todos los tiburones deben estar constantemente nadando para poder respirar y cumplir otros requerimientos metabólicos. En este tanque se observa que no es cierto y que hay varias estrategias vitales a las que la evolución ha llevado a las diferentes especies de tiburones.
Algunos pueden descansar la mayor parte de su tiempo en el fondo ya que son capaces de respirar activamente como por ejemplo los tiburones bambú y los nodriza, otros permanecen nadando con frecuencia, pero pueden pasar periodos de reposo más o menos largos en el fondo, es el caso de los puntas blancas. El caso de los puntas negras es un ejemplo de aquellos tiburones que necesitan nadar de manera continua para que el agua cargada de oxígeno entre por la boca y ventile sus branquias. Además la natación constante es fundamental para otros requerimientos fisiológicos, de tal manera que si encontramos en el fondo ejemplares de especies de natación obligada es señal de algún problema grave.