Asturias.-La consejera de Agroganadería y Recursos Autóctonos, María Jesús Álvarez, ha destacado hoy el alto nivel de participación ciudadana que se está produciendo en la revisión del Plan del Lobo, ya que, una vez concluido el período de información pública, se han recibido 68 alegaciones “que en estos momentos están siendo estudiadas y valoradas por los servicios técnicos de la consejería”, según ha asegurado hoy la consejera en el pleno de la Junta General del Principado, para darles respuesta. Álvarez ha recordado que el texto ya había pasado otro período de audiencia pública, el pasado mes de noviembre, en el que se presentaron 127 alegaciones.

La consejera ha explicado que, una vez que se concluya esta fase de estudio de las alegaciones, el texto resultante será remitido para su informe al Comité Consultivo del Plan de Gestión del Lobo y, con posterioridad, al Consejo de Gobierno para su aprobación. Álvarez confía en que el documento pueda llegar a la Cámara el próximo mes de marzo.

La titular de Agroganadería ha defendido la necesidad de revisar este plan después de doce años de vigencia, con el único criterio de “lograr la mayor eficacia en la gestión de la especie” que pasa por “ese difícil equilibrio que supone mantenerla en unas cifras razonables para que su incidencia en el medio natural sea la mínima posible”.

María Jesús Álvarez, que ha manifestado que los estudios que se manejan actualmente indican que existen 32 grupos de lobos en Asturias, lo que supone hasta 300 ejemplares, ha solicitado a los grupos parlamentarios que no utilicen la demagogia y que no jueguen con los sentimientos de la gente, porque, a su juicio, “el debate ni es blanco ni negro, hay grises”. Y los estudios, ha añadido, demuestran que el lobo se encuentra en un proceso de expansión territorial en toda España y “Asturias no es ajena a esta tendencia”.

La consejera ha indicado que en este año se han abatido 38 lobos, pero que una de las dificultades existentes es cómo abordar los controles. Por ello, en esta revisión del plan se incorporan a esos controles los cazadores dentro de las Reservas de Caza, lo que permitirá liberar recursos humanos que se destinarán a ganar eficacia en otras zonas.