Asturias.-El director gerente del Sespa, Tácito Suárez, ha firmado este jueves con los responsables de las ocho áreas sanitarias de Asturias el denominado ‘contrato programa’, en el que se plasman los compromisos de actividad para los ejercicios 2014 y 2015, necesarios para el cumplimiento global de los objetivos asumidos a su vez por el Servicio de Salud con la Consejería de Sanidad. El abordaje de la cronicidad, la consolidación del modelo de sanidad en red coincidiendo con la apertura de dos nuevos hospitales, el progreso en la calidad de la atención y continuar en la protección de los derechos de los pacientes son algunas de las líneas maestras incluidas en estos acuerdos.
El gerente del Sespa ha explicado que el contrato firmado hoy incluye entre sus novedades dos experiencias de modelos de colaboración entre las áreas IV (Oviedo) y II (Cangas del Narcea) y las áreas V (Gijón) y VI (Arriondas), en virtud de lo cual algunos apoyos que se hacían de forma puntual en determinadas especialidades se planificarán de forma regular y más sistematizada.
Se desarrollará además un plan de acción con la atención primaria basado en la inversión tecnológica y en la telemedicina para áreas como la dermatología, con formación específica para los profesionales, y un segundo plan de atención a la continuidad de cuidados en uno de los elementos nucleares del sistema de salud, como es la enfermería.
Los compromisos acordados en este contrato de gestión se enmarcan en el ámbito de las áreas estratégicas definidas por la Consejería de Sanidad, que se resumen en prestar una atención sanitaria centrada en el usuario y en la comunidad, garantizar la calidad de la asistencia y la seguridad del paciente, hacer un uso adecuado y eficiente de los recursos, capacitar al profesional como gestor del cambio e incentivar la responsabilidad social y la participación.
En concreto, tres de cada cuatro objetivos están relacionados con la calidad y la seguridad del paciente, tanto en lo que se refiere a la atención sanitaria como a la prevención de la enfermedad. Con el fin de materializar estas estrategias, el Servicio de Salud establece unos objetivos encaminados a proporcionar a los ciudadanos los mejores cuidados posibles, con los recursos adecuados y en un entorno de calidad, seguridad, innovación y eficiencia presupuestaria.
Estos objetivos son:
1.-Proporcionar la mejor atención sanitaria posible, preventiva, curativa y rehabilitadora, acorde a las necesidades del ciudadano, con un enfoque de atención centrada en la persona y en la promoción de su salud y orientar al sistema sanitario hacia el desafío que suponen los nuevos paradigmas de salud y las nuevas formas de enfermar en el marco de una estrategia global de cronicidad.
2.-Asegurar una atención sanitaria de calidad y en un entorno de seguridad de los pacientes.
3.-Garantizar los derechos de los pacientes, priorizando los relativos a la autonomía, confidencialidad, intimidad y derecho a la información.
4.-Ofrecer una atención sanitaria con una garantía de tiempo de espera asumible para el paciente y su familia y sostenible para la organización.
5.-Favorecer el uso óptimo y eficiente de los recursos asistenciales humanos y materiales, fomentando el uso adecuado de las tecnologías más efectivas y el abandono de las obsoletas, inseguras o inefectivas.
6.-Avanzar en nuevas fórmulas de organización que permitan una mayor participación de los profesionales en la toma de decisiones y en el desarrollo de procesos en un entorno de coordinación entre niveles asistenciales.
7.-Mejorar y desarrollar los sistemas de información corporativos necesarios, favoreciendo su uso para la toma de decisiones
8.-Asegurar un servicio de salud socialmente responsable, económica y ambientalmente sostenible y que garantice la participación ciudadana en la toma de decisiones
Para satisfacer los ocho objetivos generales definidos se establecen otras tantas grandes líneas de actuación que a su vez se despliegan mediante indicadores con logros y metas a alcanzar en cada uno de ellos. Así, por ejemplo, dentro del epígrafe de ‘utilización adecuada de los recursos’, las áreas se comprometen a realizar un seguimiento y monitorización de los tiempos de hospitalización, el uso eficiente de las consultas externas, el número de consultas de alta resolución, los tiempos quirúrgicos y en urgencias, el uso eficiente de las consultas de primaria, los medicamentos y las pruebas complementarias y el papel del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU).
Esta articulación permite realizar a lo largo del año un seguimiento y una evaluación sobre la consecución del contrato, otorgando un valor al cumplimiento de cada meta propuesta. El contrato contará también con evaluaciones intermedias y en la transición entre 2014 y 2015 que permitirán realizar ajustes. Además, se consolida la idea de una evaluación basada en indicadores llave, de inexcusable cumplimiento, y sintéticos, sobre aspectos similares a nivel asistencial, a los que se suma uno relativo a la atención primaria y otro elaborado por la propia área sanitaria.