Por Fernando Bazán/Noticiasdesiria.blogspot.-EE.UU. acusó a Siria por la paralización de las negociaciones de paz en Ginebra III, mientras Rusia negó esto y dijo que las naciones que respaldan los rebeldes sirios fueron inclinandose a tratar de ponerle fin a la guerra civil en el campo de batalla, en lugar de la mesa de conversaciones. La segunda ronda de conversaciones se rompió el sábado, con mediador Lakhdar Brahimi lamentando la incapacidad de avanzar mucho más allá de un acuerdo sobre una agenda para una tercera ronda más adelante.
El Secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dijo que el gobierno del presidente Bashar Al-Assad estaba detrás del callejón sin salida, con la complicidad de Rusia y otros aliados de Damasco ya que "El régimen es evasivo. Ellos no hicieron nada excepto seguir lanzar bombas barril en su propio pueblo y continuarán destruyendo su propio país. Y lamento decir que lo están haciendo con un mayor apoyo de Irán, del Hezbollah y de Rusia". Desde Moscú, el Ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, señaló que "Tenemos pruebas de que ciertos patrocinadores de la oposición están empezando a crear una nueva estructura para atraer a los enemigos de Al-Assad que han abandonado al principal grupo opositor, la Coalición Nacional”; Lavrov criticó a EE.UU. por no haber garantizado la presencia de una delegación de la oposición ampliamente representativa en las conversaciones mientras que Rusia había hecho su parte para llevar al gobierno de Al-Assad a la mesa de diálogo.
El Ministro de Relaciones Exteriores de Siria, Walid Al-Muallem, acusó a EE.UU. de tratar de crear un "clima negativo" para el diálogo en la segunda ronda de conversaciones de paz. Brahimi explicó a los periodistas en Ginebra que la segunda ronda de conversaciones terminó el sábado cuando el gobierno sirio se negó a discutir la forma del gobierno de transición en vez de la forma para acabar con la violencia y la lucha contra el terrorismo, principal objetivo del gobierno sirio desde el inicio de las ruedas de negociación. Brahimi consultará con el Secretario General de ONU, Ban Ki -moon, el Secretario de Estado, John Kerry, y el Canciller, Sergey Lavrov, cuál será el camino a seguir luego de la finalización de las negociaciones.
Frustrados por el estancamiento de las conversaciones, Arabia Saudita ha ofrecido abastecer a los rebeldes con misiles antiaéreos chinos y antitanques de fabricación rusa, que ya están en Jordania y Turquía. Un diplomático árabe y varias figuras de la oposición con conocimiento de los esfuerzos sauditas sostienen que estos suministros son propensos a inclinar la balanza del campo de batalla ya que los rebeldes serán capaz de contener el poder aéreo del gobierno y la destrucción de vehículos blindados pesados; los líderes opositores dijeron que aún no saben la cantidad total de la ayuda militar que será enviada, pero se espera que las nuevas armas lleguen al sur desde Jordania y al Norte desde Turquía.
EE.UU. se ha opuesto a que los rebeldes reciban misiles antiaéreos por temor a que pudieran caer en manos de los extremistas que finalmente los utilicen contra las líneas aéreas comerciales. Los saudíes han mantenido el suministro de ellos fuera de las opciones en el pasado, debido a la oposición EE.UU. que sigue invariable, pero si los misiles portátiles se suministran en las cantidades necesarias, los rebeldes podrían inclinar la balanza en la guerra en favor de la oposición. Sin embargo, EE.UU. ha intensificado el apoyo financiero, entregando alrededor de u$s 3 millones para pagar los salarios de los rebeldes del Frente Sur, dos reuniones sostenidas en Jordania a finales de 2013 y el pasado el 30 de enero.
La nueva ayuda se dirigirá directamente a los rebeldes más moderados y seculares del Ejército Libre de Siria (ELS), más cercano a EE.UU., y el plan coincide con la reorganización de las fuerzas rebeldes en el Sur, donde los 10.000 combatientes han formado el Frente Sur: el objetivo es romper el cerco oficial sobre los suburbios del sur de Damasco. El Frente Sur está liderado por Bashar Al-Zoubi, quien tiene línea directa con las agencias de Inteligencia occidentales y árabes en una sala de operaciones militares en Amman y también formó parte del grupo de comandantes rebeldes que se unió a la oposición política en Ginebra para la última ronda de conversaciones de paz.
Otro cambio fundamental es el Brig. Gral. Abdul- Ilah Al-Bashir por el Gral. Salim Idris, quien fue criticado por muchos en la oposición por ineficaz y perdió la confianza de EE.UU. y sus aliados después que extremistas islámicos se apoderaron de un depósito de armas de los rebeldes del ELS. Esta nueva designación es un intento de reestructuración del movimiento rebelde que ha caído en el caos con luchas internas y la pérdida de poder frente a a las ofensivas oficiales y de otros grupos rebeldes.
El Brig. Gral. Abdul- Ilah Al-Bashir, actual líder del Consejo Militar del ELS en Quneitra y Sur de Damasco, es una elección importante porque los líderes rebeldes sostienen que está trabajando desde Jordania, alentado por la CIA, Arabia Saudita y otros aliados occidentales. Al- Bashir es un comandante respetado e involucrado en la lucha del día a día, cuyo hijo Talal murió luchando en el bando rebelde el año pasado, y su nombramiento envía un mensaje en dos frentes: Al- Bashir es oriundo de una de las tribus más importantes de la región -la tribu Al-Nuaim- dándole influencia entre las áreas rurales conservadoras de Siria donde las conexiones tribales son importantes; y segundo, Al-Bashir desertó del ejército sirio a finales de 2011 y encabezó una serie de batallas exitosas apoderándose de varios pueblos y ciudades de la provincia de Quneitra. Demostró capacidad y que estaba dispuesto a sacrificar a sus propios hijos a la revolución siria.
El Frente Sur ha tenido un modesto éxito y ha capturado una serie de áreas controladas por el gobierno desde que lanzó su primera ofensiva a finales de enero. Pero una operación mayor que tenga por objetivo tomar la zona Sur de Damasco es un desafío más importante, la protección de la capital está a cargo de la 4ta. División, a cargo de Maher Al-Assad -hermano del presidente- y reforzada por elementos de Hezbollah. Por otra parte, en las recientes operaciones contra los rebeldes en las zonas al Sur de Damasco, el gobierno ha demostrado una inusual violencia, desalentando cualquier tipo de incursión rebelde contra la capital.
Idriss, cuyas relaciones con Arabia Saudita se habían deteriorado después que abrió canales de negociaciones con Qatar, fue reemplazado por Al-Bashir mientras el primero estaba en Riad. La rivalidad entre Arabia Saudita y Qatar, principales aliados de los opositores civiles y militares de Al-Assad, ha profundizado las pre-existentes divisiones dentro la oposición siria. Resta esperar para ver si Al-Bashir fue ungido líder del ELS como resultado de una opción militar o un castigo saudita para Idriss por dialogar con Qatar.