Candás (E.P.) .-La propietaria de la conocida como 'Casa de la Carioca', Alicia Prendes, y su esposo, han decidido desafiar la prohibición de acceso a su vivienda, afectada por el argayo del 17 de marzo de 2013 que mantiene cerrado el Paseo Marítimo de Candás, y se han encerrado en ella. Se trata de una medida de presión para exigir al Ayuntamiento que responda al recurso que presentó contra el requerimiento municipal que obligaba a la familia a reparar dicho desprendimiento.
Ambos vecinos, que están viviendo en un piso de alquiler y corriendo con todos los gastos, entraron en la vivienda a las 11.30 horas, tras solicitar a la Policía Local que les abrieran la puerta del vallado que cierra el perímetro de la casa. Siempre lo hacen cuando necesitan acceder a ella para recoger enseres, pero esta vez, en lugar de salir, se han quedado dentro y han colgado una pancarta de su balcón en la que piden soluciones.
Representantes de los grupos de la oposición se han concentrado ante el inmueble en torno a las doce de la mañana para mostrar su apoyo a la familia. El alcalde de Carreño, por su parte, ha confirmado a algunos de ellos que el Ayuntamiento no va a intervenir y que la responsabilidad de lo que pueda ocurrir es del matrimonio.
La propia Alicia Prendes, en declaraciones a Europa Press, ha explicado que poco después de acceder al inmueble efectivos de la Guardia Civil y de la propia Policía Local se han personado en el lugar. Un agente del Instituto Armado, según su propia versión, le dijo que había recibido una llamada del Ayuntamiento denunciando que "unos ocupas" habían accedido a la casa.
La intención del matrimonio es permanecer dentro de la vivienda hasta que el Ayuntamiento les dé una respuesta al recurso que presentaron en diciembre, "para por lo menos saber a qué nos tenemos que atener", ha señalado Prendes. En el requerimiento del Gobierno municipal, se daban 45 días de plazo a la familia para que procedieran a arreglar la ladera del monte por su cuenta. Pasado este tiempo, el Consistorio ejecutaría las obras y pasaría la factura a los propietarios.
La postura de los dueños de la casa es que ese requerimiento debería ir dirigido a la empresa que construyó el edificio adyacente a la casa, sobre la misma ladera afectada. Prendes recuerda que existen varias sentencias e informes geológicos que demuestran que fueron esas obras las que provocaron tanto el argayo del año pasado como otro anterior. En aquella ocasión, la familia tuvo que permanecer entre el año 2000 y el 2005 desalojado de esta misma vivienda.