El primer problema de Venezuela se centra en un jefe de Estado: Nicolás Maduro, irrespetuoso con la mitad de la población que no sufragó por él.
Si a esto se añade su nula capacidad política, el poco conocimiento de las estructuras del Estado, con tres docenas de ministros, 104 viceministros y una recua de funcionarios sin preparación administrativa, cuyo mérito es ser chavistas a tiempo completo, nos daremos cuenta del vacío de poder existente.
Hay otra perla: ¿Qué sucedería en España si el presidente del Congreso tuviera un programa de televisión dedicado a insultar, vejar y acusar a la oposición? Sería impensable. Bien, en Venezuela, el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, un teniente golpista que acaba de ser ascendido a capitán y tutela a generales y admirantes, realiza un programa en el Canal 8, propiedad del Estado, titulado “Con el mazo dando”. El blanco de sus golpes son los políticos de otras toldas y los medios de comunicación independientes, que luchan a brazo partido ante la falta de insumos – papel en los diarios -, la censura y el cierre de sus instalaciones.
Desde principios de semana el país ha comenzado a vivir una serie de protestas estudiantiles que han dejado hasta los momentos tres muertos, dos docenas de heridos y más de 100 detenidos.
Dada la situación económica reinante y el poco o nulo talante de diálogo gubernamental, la situación irá creciendo, ya que la inflación descontrolada, la falta de comestibles básicos en los supermercados, el índice de inseguridad y el recorte de las libertades cívicas, están haciendo crecer la erupción de un desaliento ya insostenible.
¿Y qué hace Maduro? Más represión. “Quien salga a las calles en grupos serán detenidos. No lo voy a permitir”.
El escogido a dedo por Hugo Chávez debería saber que la Ley de partidos políticos, reuniones públicas y manifestaciones establece que “todos los habitantes de la República tienen el derecho de reunirse en lugares públicos o de manifestar, sin más limitaciones que las que establezcan las leyes”.
Amnistía Internacional exigió que se garantice el derecho de los venezolanos que han decidido salir a protestar y que investiguen las denuncias de abusos en los que habrían incurrido funcionarios policiales.
Igualmente la organización internacional recordó que nadie puede ser detenido por ejercer su derecho constitucional a manifestarse pacíficamente. En Venezuela 3.000 personas han sido sometidas a procesos por protestar en los últimos años.
Cuando Nicolás Maduro y sus acólitos imbuidos en el totalitarismo sepan que la libertad de un pueblo no se mancilla y que el diálogo y el respeto a la Constitución es el único camino posible, Venezuela podrá salir de ese foco absolutista made in Cuba.
Todos los días el presidente realiza interminables conexiones de radio y televisión llamadas “cadenas”. En eso superó con creces al propio Hugo Chávez. Sus expresiones son amenazantes, jamás aflora en ellas la palabra “diálogo”.
Es sabido que las encapuchadas bandas motorizadas que siembran el terror y penetran en las manifestaciones estudiantiles, son del Gobierno. Las alcaldías y organismos pertenecientes al chavismo, han dado miles de esos “caballos de hierro” a malandros para amedrantar a los ciudadanos.
El gobierno parece haber perdido toda mesura y con ello han llegado las duras acciones represivas.
La diputada por la Mesa de la Unidad Democrática (UDM), María Corina Machado se defendió sobre las declaraciones en su contra por las muertes y los enfrentamientos a causa de las manifestaciones de este miércoles: “Frente a una tiranía la respuesta es la calle y la movilización”, dijo.
Por su parte el opositor alcalde Metropolitano de Caracas, Antonio Ledezma, lamentó la muerte de de tres personas en las protestas y aseguró que “el pueblo no se rinde, va a seguir luchando y defendiendo sus derechos”.
A su vez el presidente Nicolás Maduro denunció que hay un “golpe de Estado en desarrollo”.
“Estamos enfrentado un golpe en desarrollo y la revolución bolivariana va a triunfar”, dijo el jefe de Estado.
Además, anunció que la Fiscalía libró órdenes de captura contra el ex embajador Fernando Gerbasi y el almirante retirado Iván Carratú Molina, ex jefe de la casa militar del presidente Carlos Andrés Pérez, por supuestamente conocer el plan para derrocar al Gobierno.
“No se les va a permitir más ataques, quien ejerza la violencia se verá con la justicia, sea quien sea, esté donde esté”, advirtió Maduro sobre el anuncio del alcalde Antonio Ledezma de mantener las protestas opositoras en las calles.
1 comentario
# XUANIN Responder
13/02/2014 18:17Totalmente de acuerdo con la exposición y relfejo de la actualidad de esa republica bananera y sus iluminados al frente, con el espíritu santo ( versus Hugo Chavez ) en la retaguardia, eter espiritual, elevado a los altares bolibarianos y un caldo de cultivo alto de pobreza y analfabetismo ( que viven en los " ranchitos venezolanos ", primos hermanos de las favelas brasileñas ), facilmente manipulables y necesitados en creer en algo milagroso y extraterrenal, que les saque de sus miserias, Venezuela, ha sido y desgraciadamente ES una bomba o granada de mano con la espoleta activada, que, en cualquier momento les estallará en sus propias manos... lo tremendo es que salpique a una sociedad maipulada que, como siempre, pagará los platos rotos. No nos olvidemos que, estamos hablando de un pais RICO en recursos naturales y en estos casos, los intereses económicos internacionales pesan muuuuchoooo.