Por Fernando Bazán/noticiasdesiria-blogspot.-El mediador internacional, Lakhdar Brahimi, adelantó hoy después de una reunión cara a cara entre las partes que las conversaciones de paz entre el gobierno sirio y la oposición no están haciendo muchos progresos. En un intento por abordar las principales cuestiones que enfrentan las delegaciones rivales, Brahimi había propuesto que se discuta el fin a la violencia del martes y la formación de un órgano de gobierno de transición el miércoles; pero el vicecanciller sirio, Faisal Mekdad, dijo el martes fue un "día perdido" y el portavoz de la oposición, Louay Safi, dijo que “no se ha hecho ningún progreso."
Horas más tarde, ONU anunció que Brahimi se reuniría el viernes con la Subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de EE.UU., Wendy Sherman, y el Viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Gennady Gatilov, en lo que se considera un intento por inyectar algo de nuevo impulso al proceso de paz. Safi expresó su frustración de que los miembros de alto rango del equipo de gobierno -entre ellos el ministro de Exteriores, Walid Al-Moallem- se quedaron fuera de las conversaciones de ayer con Brahimi y puso en duda su compromiso con las negociaciones ya que "Hasta ahora no hemos visto ningún intento serio por parte del gobierno (…) Estamos aquí para encontrar una solución política y ellos no están cooperando."
Rusia está bloqueando los esfuerzos de Occidente, para presionar a través de una resolución del Consejo de Seguridad, que aumentaría la posibilidad de sanciones contra Siria si el gobierno no permite el acceso ilimitado para entregar ayuda humanitaria. El embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, se comprometió a vetar la medida propuesta en caso de necesidad –ya que no participó de la reunión del Consejo- y señaló que "Este texto no tendría ningún impacto positivo en la situación (…) En todo caso, se crearía la interrupción de las actividades humanitarias", además rechazó la resolución a la que calificó como “una medida política introducido para avivar las tensiones políticas en torno a Siria."
Rusia adelantó que espera que la conferencia de Ginebra III ponga fin a los suministros ilegales de armas a Siria y que también se debería ayudar a permitir la entrega de ayuda humanitaria a través de "alto el fuego locales", según las declaraciones del Ministro ruso de RREE, Sergei Lavrov. El funcionario ruso describió al proyecto de resolución impulsado desde por el Consejo como "lejos de la realidad" y acusó a fuerzas no especificadas de tratar de utilizar las cuestiones humanitarias como pretexto para una solución militar al conflicto sirio.
La oposición y el gobierno, una vez más, se acusaron mutuamente de la escalada de violencia que ha matado a cientos de personas en todo el país en los últimos días mientras las conversaciones de paz tienen lugar. Pero el punto más álgido fue cuando la delegación de la oposición siria advirtió que no volvería para una tercera ronda si no se avanza: "Si no hay ningún progreso en absoluto, creo que sería una pérdida de tiempo pensar en una tercera ronda", dijo Louay Safi.
Rupert Colville, portavoz de la comisionada de la ONU para los DDHH, se mostró "profundamente preocupado" ya que detuvieron a niños y hombres al salir de la zona sitiada en la parte Antigua de Homs. Melissa Fleming, vocera del ACNUR, dijo que los detenidos estaban recluidos en una escuela abandonada y precisó que estaban monitoreando la situación. Más de 1.100 personas han salido de Homs desde que la tregua comenzó el viernes pasado.
Los compromisos adquiridos por el presidente sirio, Bashar Al-Assad, de destruir sus arsenales químicos y de participar en una mesa de negociaciones –aún bajo la clausula de un gobierno de transición- tienen como objetivo negociar para ganar tiempo y mantener a Occidente sin mayores pretextos para una intervención militar mientras sus fuerzas recuperan los bastiones rebeldes; el amplio abanico de grupos insurgentes, desde nacionalistas a yihadistas extranjeros, solo favorecen la estrategia de Al-Assad combatiendo entre sí por el dominio de un territorio que será disputado por el gobierno después.
Estas afirmaciones se corroboran en la realidad. Desde el 24 de enero de 2014, cuando comenzaron las rondas de Ginebra II, el gobierno ha avanzado en Aleppo y Homs desplegando una fuerza brutal sobre los bastiones rebeldes; por otro lado, los embarques de armas químicas continúan sin prisa pero sin pausa hacia el puerto de Latakia y los negociadores oficiales acordaron ceses al fuego locales para la evacuación de civiles. Sin embargo, el Observatorio Sirio para los DDHH en Siria ha documentado 2.454 muertes en lo que va de febrero, siendo el mes más sangriento de la guerra.
Al-Assad aún cree que puede recuperar el control de Siria, incluso después de todos estos años de enfrentamientos. Su razonamiento está justificado por la falta de voluntad de la comunidad internacional a participar luego que una acción militar propiciada por EE.UU., como respuesta a un posible ataque con armas químicas, fue desactivado por el acuerdo con la OPAQ; este acuerdo alejó la intervención y dejó a los aliados occidentales y árabes con pocas alternativas más allá de un proceso político de negociaciones que Al-Assad dilatará el mayor tiempo posible.