El asador de leña más antiguo de la costa oriental asturiana prepara la conmemoración de sus tres décadas de existencia con un ambicioso plan de relanzamiento que pretende paliar los efectos de la reciente apertura de la Autovía del Cantábrico a su paso por Riegu (Vidiago) que ha provocado un descenso de las ventas del establecimiento en los últimos meses
Tres décadas. Treinta años. En el año 1984 abría sus puertas en la localidad de Riegu, parroquia de Vidiago, en Llanes, un pequeño bar-restaurante y pensión, regentado por Angel García y Carmen Rodríguez que tras varias reformas daría lugar al Asador Riegu y que hace tan solo seis años se complementaba con el Hotel Bufón de Arenillas, un confortable hotel de tres estrellas situado al lado del asador.
El Asador Riegu sería pionero en la celebración de cenas-baile en el municipio de Llanes. Sus excelentes asados de lechazo, cabrito o cochinillo, al más puro estilo castellano, cobrarían gran popularidad tanto en la comarca como fuera de ella.
Con unas excelentes instalaciones, habilitadas para la realización de todo tipo de banquetes de hasta un máximo de cien comensales. Amplio aparcamiento, y tienda de productos típicos de la comarca (quesos de la zona, conservas, dulces embutidos y salazones, como el conocido popularmente como Jamón de “Vidiago”).
El Asador Riegu, localizado a los pies del monumento prehistórico de Peña Tú, rodeado de los bufones de Vidiago y de numerosas y tranquilas playas y al abrigo de la Sierra del Cuera, cumple 30 años en un momento complicado.
La reciente apertura del tramo Unquera-Llanes de la Autovía del Cantábrico a su paso por Riegu (Vidiago) ha provocado un importante descenso de las ventas de este clásico restaurante-asador.
Lejos de desalentarse, los regidores de este negocio familiar han apostado por conmemorar como se merece su 30 aniversario, intentando adaptarse a la nueva situación provocada por la apertura de la vía rápida y desarrollando en los próximos meses una serie de actividades gastronómicas y promocionales con la que pretenden “reubicarse” en el mapa gastronómico y hostelero de la comarca.