Comunicado de la Unión Madrileña de Agencias de Viajes

Un gran número de españoles compartimos, en su momento, el movimiento de la
“indignación” que protagonizaron un grupo, mayoritariamente de jóvenes, contra la
indiferencia y/o ineficacia de la política (y de los propios políticos), para hacer frente a los
graves problemas que viene sufriendo nuestro país, que, con especial virulencia, afecta al
empleo. Casi cinco millones de parados es una cifra a la que nunca, ni en las peores
pesadillas, se creyó poder llegar.

Una vez expresado este sentimiento de comprensión, que muchos compartimos, con
independencia de la tendencia de voto, este movimiento, que se autodefine “Democracia
real ¡ya!” o “Indignados del 15-M”, está protagonizando actuaciones y sucesos que son
justamente opuestos a los más elementales conceptos y sentido esencial de la democracia,
que tan vehementemente reclaman, toda vez que vienen, precisamente, invadiendo y, por
tanto, avasallando, la libertad y derechos del resto de los ciudadanos, que son, se quiera o
no, inmensa mayoría.

Si, como tanto se hartan de repetir nuestros gobernantes, de cualquier signo, el Turismo es
la primera industria de nuestro país y, por consecuencia, de manera especial, de la Capital
del Estado ¿Cómo puede entender nadie, que, quienes están para velar por los derechos de
los ciudadanos y por la economía nacional, estén permitiendo que, mientras por un lado se
invierten cantidades millonarias en promocionar Madrid, ante el mundo, como una gran
capital, digna de ser visitada, permitan, de forma vergonzante, que los turistas que nos
visitan, materia prima de nuestra primera industria, rodeen y eviten, de manera expresa,
precisamente las calles y áreas de mayor interés turístico, cuales son el Prado, Thyssen,
Reina Sofía ó la Puerta del Sol, kilómetro cero del Estado, llevando en sus retinas la más
bochornosa de las imágenes al regreso a sus respectivos países?

Este movimiento parece estar degenerando en otros objetivos que no son los que, al inicio,
legítimamente, reivindicaban, ante la pasividad de los responsables de mantener la ley y el
orden a que todos estamos sujetos. Hay otras vías para manifestar la protesta o indignación,
sin que se vean agredidos los intereses y derechos del resto de conciudadanos, incluidos
todos aquellos que nos visitan.

Precisamente, en esta época de masiva recepción de turistas de todo el mundo, la imagen
de Madrid sufre, de forma grave y preocupante, las repercusiones de estos
comportamientos y actos deplorables, lo que afecta, de forma directa, a la única “industria”
que, realmente, está resultando ser uno de los pilares que sustentan nuestra débil y exigua
economía.

Estamos asistiendo nuevamente a la ocupación ilegal del entorno de Prado/Puerta del Sol,
por parte de individuos que no respetan las normas de convivencia más primarias y que han
convertido una zona del máximo atractivo turístico, en algo de aspecto bochornoso y
deprimente. Este movimiento parece estar degenerando en otros objetivos que no son los
que, en un principio y legítimamente, reivindicaban. Todo ello ante la pasividad de los
responsables de mantener la Ley y el Orden. Hay otras vías, más democráticas de
manifestar que la protesta o indignación de los ciudadanos.

En esta época de masiva afluencia de visitantes de todo el mundo, la imagen de Madrid
sufre, de forma grave y preocupante, las repercusiones de estos comportamientos y actos
deplorables, lo que afecta, de forma directa, al desarrollo de un turismo sostenido y de
futuro, tan necesario para nuestro país.

Es por ello por lo que, como UMAV (Asociación Madrileña de Agencias de Viajes), a la
que sin duda apoyarán otras entidades representativas de nuestro sector, solicitamos a
esa Delegación de Gobierno que actúe en la forma que, en derecho, sea pertinente y
exigible, para evitar que continúe esta invasión de las calles y plazas de nuestra
ciudad, patrimonio de todos los ciudadanos y no solo de unos pocos, que están exhiben
comportamientos descontrolados antisociales, que deben ser impedidos por quienes
son los responsables de mantener la Ley y el Orden.

Estamos seguros de que valorarán la importancia de este asunto y se tomarán las medidas
pertinentes, para terminar con las citadas actuaciones que menoscaban el esfuerzo de
cuantos trabajamos por mantener a Madrid como un destino turístico de primer orden.