Gijón.-La Policía Nacional ha emitido una nota pública en la que ha descartado la presencia en la ciudad de Gijón de ninguna banda o grupo criminal dedicado al secuestro de menores. De esta forma, ha salido al paso de la alarma que se había creado en las últimas semanas "por la difusión, en las redes sociales y a través de mensajería instantánea, de la presencia de unas personas que iban a bordo de un vehículo y que estaban intentando llevarse a niños para traficar con sus órganos".
"Gijón ha sufrido el mismo caso que anteriormente había sucedido en Valladolid, Alcantarilla, Navarra, Lucena o Callosa, donde también se había difundido idéntico bulo", ha manifestado la Policía.
Han explicado que los mensajes se propagaron tanto por móviles de jóvenes como por los de adultos que a su vez los compartían obrando de buena fe y pensando que estaban colaborando con la policía. Daban la impresión de ser verídicos al aportar datos concretos del color, matrícula, modelo del 'vehículo buscado' y foto de los supuestos raptores, generando de este modo un temor innecesario en la población.
Estas informaciones extendidas por toda la ciudad provocaron un aluvión de llamadas a los teléfonos de emergencias de la comisaría de Gijón, generando un gran número de servicios de respuesta de seguridad ciudadana.
Para paliar esta sensación de inseguridad, desde la Policía Nacional se lanzaron mensajes de calma y prudencia y se realizaron encuentros con la comunidad educativa para transmitir un mensaje de tranquilidad a todos los escolares y solicitar que no se hicieran eco de los bulos que circulaban por las redes sociales sin comprobar antes su autenticidad.
RAPTOS FALSOS
De forma paralela los investigadores constataron que las llamadas recibidas por supuestos intentos de rapto eran falsas. El día 1 de enero y a través de un perfil social, un familiar comunicó el intento de secuestro de un niño de 11 años. Los padres del menor comunicaron a los policías que su hijo no había sido víctima de ningún hecho delictivo y que todo era una confusión.
Tres días más tarde, se recibió la llamada de un padre que alertaba del intento de rapto de su hijo de 13 años en la Avenida de Shultz cuando circulaba en bicicleta.
Ya en comisaría el menor manifestó que se lo había inventado todo para desviar la atención de sus padres sobre una pelea que había tenido con un compañero.
Se comprobó también que el 31 de enero, una niña de nueve años, en la calle Cataluña con la calle La Mancha, se había asustado sin motivo por la presencia de una furgoneta blanca en las inmediaciones de un parque, a pesar de que sus ocupantes no se dirigieron a ella, ni intentaron tampoco meterla en el interior.
SUGESTIONADOS
Tras realizar todas estas gestiones para el esclarecimiento de los hechos, se pudo comprobar que los niños estaban sugestionados con los envíos propagados y que los datos que aportaron sobre sus captores y el vehículo utilizado eran, en todos los casos, idénticos a los que circulaban por la red.
La psicosis generalizada se reforzó por la interposición de dos denuncias: la de una niña de 15 años y la de un joven de 18, que manifestaban haber sufrido incidentes con ciertas personas desconocidas que habrían tratado de introducirlos a la fuerza en un vehículo.
Las pesquisas policiales en relación a lo ocurrido en el Camino del Infanzón a la Ñora, pusieron de manifiesto contradicciones en el relato del joven. A pesar de ello se continúa la investigación para determinar si efectivamente se ha producido algún hecho delictivo.//E.P.