Félix Bravo, diplomado en Bellas Artes por la Academia de Barcelona, autor cuya obra parece referenciada en artículos publicados en revistas especializadas y prensa generalista, cuelga su obra desde el día 4 en la Sala de Exposiciones del Club de Campo del Naranco.
Félix rinde culto al color, multiplica, crea impactos visuales, juega con tonos fuertes, los hilvana y a través de ellos describe la realidad. La espátula, pues Félix es un pintor de espátula, conduce y reconduce la materia y la sitúa en su lugar en un despliegue tamizado por el sentido del color del autor.