Las obras del último tramo del Corredor del Aller, que conectará Corigos con Cabañaquinta, finalizará en dos meses. Así lo ha anunciado este viernes la Consejera de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Belén Fernández, tras realizar una visita a la actuación. La carretera, con 5,8 kilómetros de extensión, ha requerido una inversión de 27,5 millones de euros y un plazo de ejecución de seis años.
Belén Fernández ha destacado que "lo angosto" del concejo de Aller hizo de esta construcción una obra "muy complicada". En total, se han levantado nueve estructuras para salvar el río Aller y la vía ferroviaria de Feve.
La ejecución está a más del 90 por ciento, aún pendiente de la pintura del trazado, la señalización y las pruebas en las estructuras. Lo "singular" de la carga de tráfico que tendrá la carretera, ha señalado Fernández, también ha requerido de un esfuerzo extra por parte de la Administración. La carretera soportará un tránsito medio de 5.000 coches al día, que se puede triplicar cuando abren las estaciones de esquí: "Tenemos que dotarla de una seguridad que aguante el paso del pico más alto de vehículos", ha señalado.
El alcalde del concejo, David Moreno, ha añadido que esta vía "será una pieza clave en el desarrollo del concejo". El viaje entre Corigos y Cabañaquinta se reducirá a la mitad, de diez a cinco minutos. //E.P.