Imposible, así de rotundo, el Aconcagua dijo NO. Volvió a nevar, el frío fue espantoso, el viento regresó con toda la crueldad del mundo, la montaña cerró sus puertas.
Indalecio, extenuado, consiguió llegar más arriba de Nido de Cóndores, pero ahí no tuvo fuerzas para más. Acalambrado, vacío, triste, tuvo que renunciar a su sueño.
Con gran dificultad conseguimos ayudarle a bajar al campo base, turnándonos para sujetarlo entre dos. Si le poníamos los crampones perdía el equilibrio, sin ellos le era imposible avanzar sobre el hielo. Por primera vez vi a Dawa muy preocupado.
Una vez en lugar seguro me quedé con Indalecio, mientras Dawa, Luz y Ángel hicieron un intento final de cumbre. Llegaron a la Canaleta pero se encontraron con mucha nieve acumulada y un gran riesgo de que bajo sus pies una placa se desprendiera arrastrándolos al vacío. Aquí, a 6.700 metros de altura, terminó todo.
Escaladores fortísimos y experimentados están retirándose de la montaña vencidos y con congelaciones. Imaginad el esfuerzo supremo que supuso para Inda llegar a donde llegó, yo apenas consigo hacerme una idea.
Por suerte conservamos la lucidez necesaria para hacer a tiempo un pacto último con el Aconcagua: ya no seguiremos peleando por tocar tu cumbre, pero permítenos regresar sanos y salvos a casa.
1 comentario
# XUANIN Responder
29/01/2014 22:01¡ No ha sido una derrora !... ¡ ENORABUENA CAMPEONES !...