Las zonas de cortejo del urogallo están relacionadas con el estado de los bosques y su biodiversidad

Las zonas de cortejo del urogallo están relacionadas con el estado de los bosques y su biodiversidad

El comportamiento de los urogallos puede servir de parámetro indicador del estado de conservación de un ecosistema y de su biodiversidad. Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado un estudio en el que ha participado el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y que ha analizado la relación entre el comportamiento del macho de esta especie de ave durante el cortejo sexual y su entorno, en los bosques de la Cordillera Cantábrica. La investigación, que ha sido publicada en el último número de la revista PLoS ONE, intenta vislumbrar cuáles son los mecanismos que determinan el que una especie represente la salud de un ecosistema y de las comunidades que alberga.

 

“En este estudio hemos monitoreado los cantaderos, que son las áreas donde los machos se exhiben en primavera y realizan el apareamiento, así como otras zonas potenciales de campeo de estas aves. Como resultado, encontramos que los cantaderos de urogallo se situaban en las parcelas más antiguas y con mayor biodiversidad”, explica la investigadora del CSIC Paola Laiolo, de la Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad (mixta del CSIC, la Universidad de Oviedo y el Principado de Asturias).

 

Según esta investigación, las áreas de cortejo y apareamiento de los urogallos, que se mantienen generación tras generación, pueden indicar que el bosque no ha sufrido alteraciones fuertes por parte de los humanos. “La reproducción es un aspecto clave en el ciclo vital y suele ocurrir en las zonas menos perturbadas y seguras para los animales, lo que las hace propicias para albergar un alto número de otras especies de aves”, continúa la investigadora del CSIC.

Tras estudiar los datos recopilados, los investigadores vieron que existe una mayor biodiversidad de aves en los bosques con árboles más grandes, con mayor variedad de arbustos y con mucha madera muerta.

 

Las ‘voces’ graves tienen más éxito

Esta investigación ha registrado el canto de cortejo de los machos de urogallo y ha establecido unas medidas acústicas para definir la calidad de los ejemplares. “La selección sexual está muy marcada en esta especie de ave. Las hembras que visitan a los cantaderos para elegir pareja lo hacen en función de características tales como el canto, el plumaje, el tamaño y su forma de exhibirse. Tras esta criba sólo unos pocos machos, los más atractivos, consiguen aparearse”, comenta la investigadora del CSIC Maria José Bañuelos, de la misma Unidad Mixta de Investigación en Biodiversidad.

Según este estudio, los machos con frecuencias de canto más graves, que podrían ser también los de mayor tamaño, ocupan zonas de apareamiento con mayor diversidad de aves. “Este resultado sugiere que los mejores machos ocupan las mejores arenas, que son también las que albergan mayor riqueza de aves”, concluye Laiolo

 

FOTO: Urogallo. / José Antonio Martínez

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