Gijón (E.P.)La Policía Nacional tuvo que hacerse cargo este jueves de una niña de cuatro años a la que decidió trasladar a un centro de acogida de Gijón después de que nadie fuese a recogerla al colegio y de no lograr localizar a ningún familiar.

   Los hechos tuvieron lugar una vez terminadas las clases cuando a la pequeña la subieron al autobús escolar, pero en la parada correspondiente nadie se hizo cargo de ella. El conductor del autobuses, al terminar el recorrido, llamó a la directora para informarle de lo sucedido, indicándole ésta que regresara de nuevo con la niña al colegio.

   Mientras tanto, la directora intentó, sin éxito, ponerse en contacto por teléfono con sus familiares. Ante la imposibilidad de mantener contacto con nadie, la directora llamó a la policía. Una dotación se dirigió al domicilio familiar, pero allí no contestaba nadie.

   Según ha informado la Policía, pasado un tiempo, y dado que todas las gestiones fueron negativas y que ya era de noche, unos agentes se hicieron con una silla de bebé para coche, y en un vehículo oficial la trasladaron, como último recurso, a un centro de acogida de Gijón.

   Mientras tanto otras patrullas continuaron haciendo gestiones para localizar a su madre sin que nadie supiese dar razón alguna de su desaparición. Fue finalmente un vecino quien informó que creía que estaba haciendo un curso de cocina, por lo que después de varias gestiones, en la escuela de hostelería fue localizada.

   Siempre según la policía, la señora, de nacionalidad hispanoamericana, se encuentra sin trabajo, y estaba realizando un curso de cocina durante las tardes, al fin de encontrar trabajo. Dijo que le había pedido al padre de un compañero de clase de su hija que le hiciera el favor de recogerla y la llevara hasta su casa y una vez finalizadas las clases de cocina pasaría ha hacerse cargo de ella.