23 enero, 2014 by Rosa
ACONCAGUA 2014. Capítulo 11: pensando en la cumbre
El tiempo sigue igual: amanece bueno, con vientos suaves, y empeora a medida que avanza el día. Si toca esperar que sea entrenando, por eso Ángel, Luz y yo subimos ayer el Bonati, mientras Indalecio, que sigue mejorando su puesta a punto, se quedó con Dawa en las cercanías del campo base para caminar y practicar con las botas de altura.
De momento el Aconcagua no está nada amistoso y ha expulsado de sus laderas a todo el mundo: la temperatura es extraordinariamente baja, el viento alcanza los 100 km/h (140 km/h en la cima), cayó más de un metro de nieve por encima de Nido de Cóndores y existe amenaza de aludes en las travesías de altura.
Pero no hay mal que por bien no venga: tanto viento está barriendo rápidamente la nieve cerca de cumbre, lo que nos ahorrará el trabajoso esfuerzo de abrir huella.
Pluviómetros, barómetros, termómetros, anemómetros… nos dan una información valiosa que barajamos día a día para tomar las mejores decisiones. Además tenemos un as en la manga: la confiada sonrisa permanente de Dawa nos dice que todo va bien, que la moral y la fuerza están altas, que a poco que la montaña tenga a bien concedernos una oportunidad, ahí estaremos para aprovecharla.
Las previsiones afirman que el tiempo mejorará de cara al fin de semana. Ése será nuestro momento y debe cogernos con los deberes hechos: bien colocados, con los campos de altura abastecidos y con el equipo de rescate informado de nuestra situación, intenciones y horarios (estupenda gente, se han ofrecido para ayudarnos en todo lo que necesitemos).
Mañana viernes pretendemos salir para Nido de Cóndores (presumiblemente todas las expediciones lo harán). Ángel y Luz manejan la horquilla sábado-domingo para su intento de cumbre, y Dawa, Indalecio y yo apostamos más por la opción domingo-lunes.
Entramos en la fase crítica, pensamiento único; cumbre, cumbre, cumbre…
1 comentario
# XUANIN Responder
24/01/2014 11:39¡ SUERTE CAMPEONES !