Entre Plaza de Mulas y cumbre hay algo más de 2500 metros de desnivel y dos grandes estaciones intermedias: Nido de Cóndores, a 5.400 metros de altura, y Berlín, a 5.700 metros sobre el nivel del mar.
Dice la teoría que son obligadas sendas paradas de aclimatación en estos dos campos de altura, si bien en función de la respuesta fisiológica del cuerpo puede ser necesario establecer algún campo intermedio, desandar alguno de los tramos para perder altura y recuperar prestaciones, o incluso, excepcionalmente, saltarse alguno de ellos y buscar la cima rápido y por las bravas. Ángel y Luz estudian la posibilidad de atacar la cumbre desde Nido de Cóndores.
Así de feo se ha puesto el tema
Pero sobre éstas o cualesquiera otras consideraciones teóricas que podamos hacer ahora, planeará en adelante sobre la expedición un condicionante clave: el climatológico.
Las noticias que ahora nos llegan dicen que a 6.000 metros el viento es fortísimo y que así seguirá unos cuantos días. Además hay mucha nieve a partir de 5.500 metros y riesgo de avalanchas. Luz, Ángel, Dawa y yo hemos hecho un porteo hasta Nido de Cóndores y aprovechamos para tantear el terreno. Por encima de esta altura necesitaremos una ventana de buen tiempo, idealmente 2 o 3 días, que nos permitan el ataque a cumbre y una retirada tranquila por debajo de los 5.000 metros.
Indalecio se probó hace dos días subiendo un par de horas y regresó al campo base, tanta nieve es mala para él, especialmente en las bajadas. Hará tantos campos intermedios como sea necesario.
Hoy, para seguir aclimatándonos y entrenando, pretendemos subir al pico Boneti (5.000 metros).
A partir de ahora el “hombre del tiempo” se convertirá en el sexto miembro de la expedición.