Este jueves se ha presentado Pazo Baión 2010 en las propias instalaciones del complejo enoturístico; un vino elaborado por la bodega con uvas procedentes de los viñedos del Pazo, con una producción limitada de 75.000 botellas. La presentación ha sido realizada por D. José Hidalgo, reconocido enólogo y responsable de la elaboración de Pazo Baión, acompañado por Lucía Carballeira, Directora Técnica de la bodega. Albariño Pazo Baión es la culminación de un importante esfuerzo realizado por todos los viticultores de Condes de Albarei, así como del resto de las personas que están totalmente involucradas en este proyecto. Con una clara vocación hacia el turismo enológico en todos los rincones de la propiedad, la actividad se completa con el desarrollo de una importante labor social, en la que destaca la aportación del 5 por 100 de las ventas a programas sociales.

Pazo Baión es un lugar con gran encanto, un microuniverso donde se dan cita diferentes espacios naturales, como factor característico de los auténticos pazos gallegos. Las singulares características del suelo granítico de cultivo, la elevada edad de las cepas y las diferentes orientaciones del viñedo, trasmiten al vino una gran tipicidad y complejidad sensorial. La imagen de la botella refleja el espíritu que Adega Condes de Albarei está imprimiendo al apasionante proyecto de Pazo Baión, desde el logotipo de la bodega, seleccionado en un concurso de diseño, titulado “Metamorfosis”, que explica la transformación de Pazo Baión, hasta el diseño moderno y minimalista de la botella, y por supuesto también la calidad y estilo del vino, donde se ha puesto todo el saber y sobre todo el corazón.

El vino muestra la máxima calidad de la uva albariño cultivada en un singular viñedo, bajo el concepto de vino de pazo o de finca, y donde su ecosistema se expresa nítidamente en el vino. Su positiva evolución en botella permite un consumo en los años posteriores a la vendimia. José Hidalgo definió Pazo Baión 2010 “como un vino de intenso perfume varietal de Albariño, donde dominan los aromas florales (azahar y jazmín) así como frutales, con recuerdos cítricos y ligeras notas tropicales. Muestra en la boca un gusto fresco, envolvente, mineral y muy largo, con un final persistente y aromático”.