"La infanta, consciente de su vocación de servicio, que también lo es de colaborar al máximo con la Administración de Justicia, y convencida además de que su actuación ha sido siempre confiada, transparente y respetuosa con el Derecho, determina no tener nada que ocultar ante el juez instructor ni ante el conjunto de la sociedad española". Atendiendo a esta consideración expresada hoy en el escrito difundido por el despacho de abogados de la infanta doña Cristina, no habrá recurso contra la curiosa imputación del juez Castro, y sí más bien una voluntad de adelantar la declaración a fin de que se levante la imputación. Y ello en la convicción de que "en ningún momento ha participado en ninguna actividad ni en ninguna actuación que pueda ser calificada contraria a Derecho y así quiere aclararlo cuanto antes el magistrado".
La infanta "ha decidido renunciar al derecho de recurso que, como ciudadana, le es conferido por la Constitución y comparecer voluntariamente ante el juez en la fecha que se señale a tal efecto"
Uno de los efectos que busca esta nueva estrategia de la defensa es poner fin a la feroz campaña orquestada en la derecha mediática contra la Corona y la Jefatura del Estado, aprovechando el caso Noos para realizar constantes ataques a la figura del Rey a través de su hija menor. En la cadena televisiva de los obispos españoles es tal el grado del despropósito que hace dos días se llegó a pedir que "la infanta renuncie a sus derechos dinásticos sea inocente o no", aunque en general ello encaja en el tipo de comentarios constantes orientados al menoscabo de las instituciones democráticas, parlamentarias, de partidos o sindicatos. Una vez pierdan la excusa de la situación procesal de la infanta, al menos, habrán de ir directamente contra su objetivo.