Queridos compatriotas: Mañana es un día muy especial para nuestro país.
Mañana, viernes 29 de julio, se va a inaugurar en nuestro suelo la Copa Mundial Sub-20 de Fútbol, “COLOMBIA 2011”.
No es cualquier evento el que nos espera.
La Copa Sub-20 de la FIFA es el mayor certamen deportivo que se celebra este año en el mundo, y es, sin duda, el más importante que jamás se haya realizado en nuestro territorio.
Ésta es una oportunidad dorada para demostrar que Colombia no es sinónimo de violencia, sino todo lo contrario, de unidad, de fraternidad, de emprendimiento y de alegría.
Colombia es un país que se ha ganado el derecho a soñar, y que está trabajando para cumplir sus sueños.
Hoy quiero agradecer la labor que adelantaron en el pasado gobierno el presidente Álvaro Uribe y el vicepresidente Francisco Santos, así como otros promotores de la idea, para conseguir que nuestro país fuera la sede de este evento mundialista.
Gracias también al Vicepresidente Angelino Garzón, a Coldeportes y otras entidades del Gobierno Nacional, a la Federación Colombiana de Fútbol, a los alcaldes de las ocho ciudades sede, y gracias a la FIFA por su confianza en nuestro país, que no vamos a defraudar.
Tenemos un propósito, que quisiera que fuera el de todos los colombianos:
¡Hagamos de éste el mejor Mundial Sub-20 de la historia!
A partir de mañana, ¡desde ahora mismo!, los ojos del mundo deportivo, de decenas de naciones, de millones de televidentes en el planeta, estarán sobre nuestra nación.
Será la oportunidad para dar a conocer este país maravilloso, lleno de tesoros naturales y culturales, de calidez humana y de talento.
¡Hagamos que nuestra Colombia se luzca en los estadios de Armenia, de Barranquilla, de Bogotá, de Cali, de Cartagena, de Manizales, de Medellín y de Pereira, en los que se invirtieron más de 200 mil millones de pesos para ponerlos a punto!
¡Y hagamos que nuestra Colombia se luzca también fuera de los estadios!
¡En las calles, en los aeropuertos, en los hoteles, en las carreteras, en cada rincón de nuestro país!
El mundo comienza a entender que estamos realmente a las puertas de un nuevo amanecer, y en este Mundial vamos a demostrar que el buen futuro de Colombia no tiene marcha atrás.
Hoy quiero dar la bienvenida a las 24 selecciones que a partir de mañana nos brindarán el gran espectáculo del fútbol mundial, así como a sus delegaciones y a los miles de seguidores que han venido a apoyar a sus equipos.
Esperamos que se lleven la mejor impresión de nuestra tierra y de nuestra gente, que es famosa por su hospitalidad y su generosidad.
A partir de mañana, y hasta el 20 de agosto, cuando suene el silbato final, vamos a respirar y a vivir fútbol, ¡mucho fútbol!, que es sinónimo de vida sana y de alegría.
A nuestra selección vamos a apoyarla con todo nuestro corazón y con la esperanza de que haga el mejor papel.
Pero ya somos campeones por el sólo hecho de albergar este mundial y de hacerlo con civismo y con responsabilidad.
Vendrán muchos goles, ¡muchos goles!, y de nosotros, colombianos, depende la anotación más importante:
¡El gol de mostrar una Colombia en progreso, una Colombia hospitalaria, una Colombia atractiva para el mundo!
Buenas noches a todos, ¡y que ruede el balón!