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El Instituto de Biología y Genética Molecular (IBGM), centro mixto de la Universidad de Valladolid y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha presentado hoy su última adquisición, un microscopio confocal único en España que permitirá estudiar cambios a nivel celular en la distribución de moléculas entre los distintos orgánulos. Cecilio Vadillo, subdelegado del Gobierno en Valladolid, y Marcos Sacristán, rector de la Universidad de Valladolid, han visitado hoy la Unidad Centralizada de Microscopia del IBGM donde se ubica esta herramienta, que ha contado con una financiación de 442.554,84 euros con cargo a una ayuda de infraestructura del Ministerio de Ciencia e Innovación y la cofinanciación aportada por el CSIC.
La dotación más reciente es la puesta al día de la citada unidad centralizada de microscopía con la incorporación del microscopio confocal. El equipo incluye los láseres más avanzados y permite el estudio de preparaciones celulares en cortes separados por 0’4micras. Como ha destacado en declaraciones recogidas por DiCYT el director del IBGM, Jesús Balsinde, la posibilidad de realizar secciones de las células es la mayor innovación tecnológica del dispositivo
“Mientras que en un microscopio normal observas la célula por encima, en este, al poderla cortar con un láser especial que transmite a cierta longitud de onda, se pueden hacer secciones y ver la célula a diferentes tamaños. Después, mediante complejos sistemas informáticos, se puede construir esa célula en tridimensional, lo que ofrece más detalles y mayor posibilidad de hacer cosas”, precisa.
Las características técnicas del equipo incluyen un láser de ultravioleta, un láser de argón con cinco líneas y un láser blanco, que es la característica única de este microscopio. “Este confocal tiene un láser blanco y eso quiere decir que es capaz de emitir a todas las longitudes de onda del espectro visible, es decir, puede ver cualquier tipo de sonda fluorescente que le añadamos, y es el primero de esas características en España”, subraya Balsinde. Asimismo, el microscopio dispone de capacidad para visualizar las muestras con un scanner resonante que permite la captura de un gr an número de imágenes en un corto espacio de tiempo y le hace especialmente adecuado para la realización de estudios cinéticos.
El objetivo del IBGM, asegura su director, es que no sólo los científicos del centro puedan utilizar el nuevo microscopio, sino que se pretende “crear un servicio fuerte para que cualquier científico del país pueda usarlo si así lo desea”.
Unidades de citometría y espectometría
Tras visitar la unidad de microscopía, las autoridades han comprobado el potencial de otros dos equipamientos del IBGM, un citómetro de flujo y un espectómetro de masas. Respecto a la unidad de citometría, tiene como objetivo la separación y aislamiento de células e incluye un separador de poblaciones celulares y un citómetro de flujo de última generación. Del mismo modo, la unidad de espectrometría es capaz de detectar cantidades ínfimas de sustancias y dispone de tres equipos independientes con las tecnologías doble cuadrupolo y la posibilidad de recurrir al apoyo de la tecnología Synapt. Según detalla el director del IBGM, los espectómetros de masas se utilizan mucho en la actualidad, por ejemplo, para detectar dopping ya que, en muestras complejas, “son capaces de identificar sustancias, distinguirlas y cuantificarlas a un nivel de partes por millón”.
Por su parte, el rector de la Universidad de Valladolid ha destacado la colaboración en investigación y docencia entre la Institución académica y el CSIC, una colaboración pública “básica para el desarrollo de la investigación en España y en el mundo, puesto que el tipo de estudios que se realizan con orientación al avance de la salud es fundamental”. En la misma línea, el subdelegado del Gobierno ha subrayado que la colaboración institucional “es fundamental para seguir avanzando en la investigación, y por lo tanto en el desarrollo, la productividad y también en la competitividad del país”.
Investigación biomédica | |
La actividad del centro IBGM está orientada a la investigación biomédica relacionada con la fisiología celular dedicada al estudio del transporte iónico, la biología del desarrollo, la medicina regenerativa y la biología del sistema inmune. Estas líneas de trabajo se financian, fundamentalmente, con cargo a los Planes Nacionales de Investigación y a los CIBER y Redes Temáticas de Investigación del Instituto de Salud Carlos III. Las unidades de investigación desarrollan su trabajo siguiendo un plan estratégico trianual que se evalúa por un comité científico internacional.
Además de las tareas de investigación, el Instituto de Biología y Genética Molecular participa en la docencia de Tercer Ciclo, en la realización de tesis doctorales y en el proyecto de Campus de Excelencia Internacional Triangular-E3 de las Universidades de Burgos, León y Valladolid. Asimismo, el compromiso del IBGM con la sociedad se extiende a la clínica a través de la unidad dedicada el diagnóstico genético, y a la industria, mediante contratos de investigación con empresas farmacéuticas dedicadas al desarrollo de medios de diagnóstico y tratamiento más eficaces.
Del mismo modo, en estos momentos el Instituto está inmerso en 10 proyectos en ejecución del Ministerio de Ciencia e Innovación que suman un presupuesto total de 2.107.740 euros. A esta cifra hay que sumar un proyecto más de 121.000 euros del Fondo de Investigación Sanitaria. En este sexenio, el centro ha recibido un gran impulso con la puesta en marcha de los nuevos servicios de microscopia, citometría y espectometría de masas; instalaciones que han sido visitadas hoy.
En la actualidad, en el IBGM trabajan cien personas entre personal científico, técnico, administrativo y de mantenimiento que pertenecen a las plantillas de la Universidad de Valladolid y del propio CSIC. Tras su constitución en 1998, hace seis años inauguró el edificio donde se ubica actualmente en la calle Sanz y Forés de Valladolid. |