El presidente de Extremadura, el popular José Antonio Monago dedicó el lunes en su discurso de fin de año a los extremeños, una parte de su intervención a poner en duda lo acertado del proyecto de Ley de Gallardón, que fuerza a las mujeres a ser madres contra su voluntad e incluso en casos de graves malformaciones del feto que convertirán su vida y la de la familia en un calvario. Al contrario que el ministro, que ya ha adelantado que el Parlamento español no tocará su proyecto de Ley, debiendo limitarse a refrendarlo, al parecer, el presidente extremeño parece pensar que las cámaras parlamentarias aún tienen algún papel en la tramitación de las leyes. Seguidamente, el extracto de la intervención del presidente extremeño en este punto.
Nadie puede negar a nadie su derecho a ser madre. Ni tampoco nadie puede obligarle a nadie a serlo.@
"El mensaje del pueblo extremeño es claro y contundente: desideologizar los temas fundamentales. Extremadura apoya una reforma de la ley del aborto por consenso. Necesitamos una ley del aborto que conecte con la sociedad, que sea reflejo de la España actual, la que inicia 2014. Y para ello, las posiciones se tienen que acercar.
Hay personas dentro del Partido Socialista en contra del aborto y a favor. Y también las hay en el Partido Popular a favor del aborto y en contra.
Éste no es un debate cualquiera. Tiene un impacto emocional enorme en todos y cada uno de nosotros. E implica una gran responsabilidad. Yo creo en la libertad y defiendo a las mujeres, pero sé que este debate requiere de una gran madurez política por parte de todos. Y sobre todo, de mucho sentido común.
Se trata de un debate de altura y es en estos grandes temas en los que la política debe ganar peso. Y en los que todos debemos sacar lo mejor de nosotros mismos.
Debemos aprender para ello las lecciones del pasado. La ley del aborto de Felipe González nos unió durante 25 años y la de Zapatero solo ha necesitado tres años para dividirnos. Debemos trabajar entre todos por una ley del aborto que dure al menos otros 20 años.
Nadie dice que será un dialogo fácil. Pero éste es un anteproyecto de ley que inicia su tramitación en el Congreso y el Senado, con el que diputados y senadores deben estar a la altura del entendimiento que la sociedad demanda y con el que se debe demostrar que el punto de encuentro no solo es posible en España, sino que es además el camino correcto."