Más de 3,2 millones de keniatas necesitan ayuda inmediata debido a la peor sequía regional en 60 años, que está causando estragos en muchas partes del país. Hace apenas cuatro meses, esta cifra era sensiblemente inferior, y entonces eran 2,4 los millones de keniatas que se enfrentaban a una situación especialmente dramática. De ellos, los más vulnerables, los niños: "Calculamos que hay cerca de 385.000 menores de cinco años que sufren de malnutrición aguda en el conjunto de una población de 39 millones de habitantes de los que cerca de un 15 por ciento sufre algún tipo de discapacidad", según apunta Diego Sánchez, delegado de Cruz Roja Española en Kenia.
Las tasas de desnutrición ascienden al doble de nivel de emergencia en regiones como Turkana, el distrito más noroccidental de Kenia, generando un éxodo de millares de personas buscando algo de ayuda. "Hoy vimos a personas que se desplomaban de hambre y agotamiento; muchas de ellas llevaban varios días sin comer", indica Alexander Matheou, delegado de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.
En el mejor de los casos, la situación humanitaria en las zonas afectadas de Kenia se puede calificar de espantosa, pues las familias tienen que luchar encarecidamente para cubrir necesidades tan básicas como la comida, el agua y los servicios de salud. Debido a la merma de las fuentes de agua, las familias rurales consumen cada vez más agua sin tratar que recogen directamente en arroyos y ríos locales, exponiéndose al grave riesgo de contraer enfermedades que se transmiten por el agua como el cólera y el tifus.
El año más seco del Cuerno de África
Las previsiones no son nada esperanzadoras. 2011 ha sido clasificado como el año más seco de los anales del Cuerno Oriental de África y el Departamento Meteorológico de Kenia pronostica que en muchas zonas del país, la sequía persistirá hasta principios de 2012.
La sequía, el aumento del precio del combustible, que trajo aparejado el aumento del precio de los alimentos y la situación general de inseguridad alimentaria suponen además el caldo de cultivo para el resurgimiento de conflictos armados. Las comunidades empiezan a competir por recursos que disminuyen rápidamente, como los pastizales y otras tierras de pastoreo, lo que entraña un riesgo potencial para la estabilidad y seguridad comunitarias. Ya se ha informado de enfrentamientos por recursos en los distritos de Isiolo, Pokot, Samburu y Turkana que se saldaron con pérdida de vidas, heridos y desplazamientos masivos.
Para hacer frente a esta grave situación, que afecta fundamentalmente a más de 11 millones de personas en Somalia, Kenia y Etiopía, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja ha puesto en marcha una amplia campaña humanitaria en la que juegan un papel fundamental la Cruz Roja y la Media Luna Roja de los países afectados.
Distribución general de alimentos, programas escolares de alimentación, rehabilitación de pozos, acarreo de agua y otras medidas de seguridad alimentaria sostenibles como la agricultura en invernaderos tanto en comunidades como en escuelas, son algunas de las intervenciones puestas en marcha. Junto a ello, la Cruz Roja y la Media Luna Roja están trabajando en proyectos de reducción del riesgo de sequía sobre todo en zonas áridas y semiáridas. Dichos proyectos tienen por objetivo construir la resiliencia y resistencia de las comunidades vulnerables a los efectos de la sequía, reforzar los sistemas de alerta temprana y ampliar los conocimientos para saber detectar riesgos y responder a los mismos.
Aun así, las necesidades actuales y las necesidades previstas en las zonas afectadas superan con creces la respuesta humanitaria en curso. Con pocas posibilidades de mejora hasta principios de 2012, la situación en el Cuerno de África sigue siendo muy grave y requiere intervenciones humanitarias sostenidas y a gran escala.