La calidad del cava depende de factores técnicos como procesos de fermentación, envejecimiento y embotellado, que suelen mantenerse estables durante años. Investigadores de la Universidad de Málaga han descubierto que las oscilaciones del Atlántico Norte –que repercute en el clima de Europa– influyen también en los atributos de este vino espumoso. Los años en que prevalece el anticiclón de las Azores, la calidad del cava disminuye.
Los investigadores Raimundo Real y José Carlos Báez, de la Universidad de Málaga, han analizado los posibles efectos de la oscilación del Atlántico Norte, conocida en la literatura científica como índice NAO (por sus siglas en inglés), sobre la calidad del cava español en un estudio que publica el International Journal of Biometeorology.
La NAO es un índice macroclimático que refleja la diferencia de presión atmosférica entre las Azores e Islandia, de forma que es positiva si se instala un anticiclón en las Azores y negativa si se forman borrascas en esa misma zona. Esta diferencia de presión, que oscila a lo largo del tiempo, repercute directamente en las condiciones meteorológicas de la península ibérica.
Hay un 45% de probabilidad de obtener un cava de máxima calidad en 2013
“Encontramos que la NAO estaba relacionada con la calidad del cava entre los años 1970 y 2008. La existencia de valores positivos de la NAO en los meses de marzo a agosto, cuando la uva se forma y madura, disminuyó la capacidad de obtener una calidad superior en el cava”, declara a SINC Raimundo Real.
La oscilación del Atlántico Norte juega un papel esencial en las fluctuaciones de las condiciones climáticas del hemisferio. Este fenómeno repercute en el clima de Europa y en la península ibérica. Se asocia con variaciones de temperatura y precipitación en las regiones donde se produce el cava, lo que afecta a los procesos fisiológicos durante el periodo de madurez de la uva.
“La probabilidad de obtener un cava de calidad superior es más alta cuando el valor medio de la NAO es negativo. Esto hace que la temperatura media en el área del cava disminuya y mejore su calidad”, argumenta el experto.
Las variaciones interanuales en la calidad del cava se califican según los diferentes aromas y cantidad de azúcar de la uva. A su vez estas cualidades de la planta, en una misma área de producción, dependen de las condiciones meteorológicas, tales como la nubosidad, temperatura y precipitaciones a las que esté sometida la planta, especialmente durante el tiempo de existencia de la uva (de marzo a septiembre).
Predecir los años de mayor calidad del cava
El clima en el océano Atlántico, la cuenca del Mediterráneo y los continentes circundantes muestra una considerable variabilidad temporal.
“En la mitad de los años que analizamos, los valores de la NAO son intermedios y no influyen de forma determinante en la calidad del cava, pero en la otra mitad los valores son más extremos y conducen a condiciones claramente favorables o desfavorables para obtener la máxima calidad”, asegura Real.
Los datos del año 2012 apuntaban a una probabilidad del 80% de obtener un cava de máxima calidad, mientras que esa probabilidad es de alrededor de un 45% para este año 2013, siempre de acuerdo con el modelo obtenido.
El modelo predijo correctamente el 80% de los años claramente favorables para obtener cava de primera calidad, y el 70% de los años claramente desfavorables.
El valor de la NAO entre marzo y agosto puede computarse en el momento mismo de la vendimia, mientras que la calidad del cava solo podrá valorarse dos años después de esta.
“Este hecho es importante para poder predecir años de alta calidad en la producción de cava, así como para poder indagar en los posibles efectos y variaciones que un cambio en el clima puede producir en su calidad”, concluye.
FOTO: . / Cyclonebill