Madrid/Oviedo/AM.-O el idílico panorama ofrecido el viernes a las cámaras por el presidente del Gobierno español, oculta buena parte de la realidad o Asturias no está en el mapa de la España próspera y creciente dibujada por Mariano Rajoy. El balance del año, con datos oficiales de esos de los que tanto gustan echar mano los ministros cuando les conviene, demuestra que las consecuencias para el Principado del permanente castigo de Montoro, ese que amenazó un sábado de gloria --la suya, claro-- con intervenir a la Comunidad Autónoma con las cuentas más saneadas del Estado --ésta--, dejando sólo migajas del FLA, negándose al pago de Fondos Mineros conveniados, sellados y firmados, y ahora certificados por la Justicia, y de ministerios como el de Fomento, reduciendo la inversión en obra pública debida a mínimos testimoniales, han llevado a la Comunidad más cumplidora con el déficit a la mayor caída del PIB en España, junto con otras dos, Extremadura y Castilla La Mancha. Los datos se ofrecen en puridad al lector seguidamente, pero no sin antes extraer la única conclusión posible. No hay como ser insumiso del déficit fiscal --véase al ejemplo de Cataluña-- o ser la tierra del propio mandatario y de su ministra de Obras, para recibir un continuo chorro de miles de millones de euros que se detraen a ¿quién? A comunidades como Asturias que, dependiente en mayor medida del sector público, ante tal caída de la inversión, tanto estatal como autonómica, no puede sino seguir hundiéndose, aislada, preterida y condenada de antemano.
No son pocos los analistas que aseguran que Rajoy le cogió odio africano a Asturias por haber votado a una escisión del PP, primero, y de nuevo al PSOE después, por lo que en su círculo se pensaría que una política de aislamiento, hambre y humillación, una política de tierra quemada y campos salados, haría volver a los asturianos a la senda del 'bien', es decir, la de su partido. La razón se resiste, naturalmente, a creer que tal perfidia pueda anidar en el cerebro de un gobernante, un hombre de Estado. Pero los hechos, tozudos, pertinaces, casi parece que avalen tan sorprendente tesis. ¿No cree, señor Presidente?
Y, ahora, los datos:
Castilla-La Mancha, con un desplome de su economía del 3,1%, Extremadura, con una caída del 2,8%, y Asturias y Andalucía, con un descenso del 2,1% en ambos casos, fueron las comunidades que más recortaron su PIB en 2012, mientras que Baleares, con un retroceso del 0,8%, y Galicia y Cantabria ambas, con el -0,9%, respectivamente, presentaron los menores descensos, según la actualización de datos del INE.
Mejor que la media nacional del -1,6%, se situaron, además de Baleares, Galicia y Cantabria, Ceuta (-1,2%), Cataluña (-1,3%), País Vasco (-1,3%) y Canarias (-1,4%).
Igualando la media nacional se situó la Comunidad Valenciana, la Comunidad de Madrid y Navarra. Además, Aragón registró un descenso del 1,9%, Castilla y León, La Rioja y Murcia registraron recortes del 2%, mientras que Melilla decreció un 1,7%.
PAIS VASCO, PRIMER PUESTO POR PIB REGIONAL POR HABITANTE.
Atendiendo al Producto Interior Bruto (PIB) nominal per cápita del año 2012, el País Vasco ocupa la primera posición con 30.043 euros por habitante, seguido de la Comunidad de Madrid (28.906 euros) y la Comunidad Foral de Navarra (28.491 euros). Ocupando los últimos puestos, se encuentran Extremadura, con 15.129 euros por habitante, Melilla, con 16.704 y Andalucía, con 16.739.
La media nacional se sitúa en 22.291 euros y la de la Unión Europea en 25.600 euros por habitante. Un total de siete territorios regionales superaron el registro medio nacional y cuatro territorios el de la Unión Europea.
En términos relativos, el PIB per cápita del País Vasco fue un 34,8% superior a la media nacional en 2012, y el de las Comunidades de Madrid y Foral de Navarra un 29,7% y un 27,8% superiores, respectivamente.
En el extremo opuesto, el PIB por habitante de Extremadura se situó un 32,1% por debajo del registro nacional, y el de Melilla y el de Andalucía fueron, respectivamente, un 25,1% y un 24,9% inferiores a la media de España.
RENTA DISPONIBLE BRUTA REGIONAL DEL SECTOR HOGARES.
En el año 2011, los hogares del País Vasco fueron los que tuvieron una mayor renta disponible por habitante, con 20.058 euros (cifra un 33,8% superior a la media nacional).
A esta comunidad autónoma le siguieron Comunidad Foral de Navarra (19.167 euros por habitante) y Comunidad de Madrid (17.989 euros por habitante). Por el contrario, los registros más bajos correspondieron a Extremadura (con 11.508 euros por habitante) y Andalucía (con 12.011 euros por habitante).
La renta disponible bruta por habitante de España en 2011 fue de 14.992 euros. Al igual que en el año precedente, diez territorios regionales superaron dicha media nacional y nueve se situaron por debajo.