UGT considera que la subida de la tarifa eléctrica anunciada para 2014 carece de lógica económica y pone al descubierto el fracaso de la política energética del Gobierno, basada en medidas coyunturales que solo tienen como objetivo detener el crecimiento del déficit de tarifa generado por su proyecto de ley
Esta medida nos aleja cada vez más del camino de la recuperación, por lo que UGT considera fundamental y urgente abordar una auténtica reforma del sistema de precios de la energía, mediante el diálogo social, que aproxime el objetivo tarifario a los países de nuestro entorno. El incremento del recibo de la luz supondrá un aumento inmediato de los precios, por lo que resulta imprescindible modificar el mecanismo de fijación de los mismos, alejándolo de los riesgos especulativos del ámbito financiero; que la política energética se financie con recursos públicos y que le precio para los ciudadanos esté en sintonía con los costes del sistema.
Las noticias en relación a la subida de la tarifa eléctrica para el I trimestre de 2014 son, a juicio de UGT, un disparate sin ninguna lógica económica y ponen al descubierto el fracaso de una política energética del Gobierno, basada en una serie de medidas coyunturales que tenían como único objetivo detener el crecimiento del déficit de tarifa generado por una estructura que su proyecto de Ley consolida.
Pero lo peor es que este Gobierno, tan preocupado por la competitividad de las empresas y sus costes, sólo actúe para bajar los salarios y las pensiones, sin atender otros costes, como los energéticos, cada vez más importantes en el modelo productivo, como indica la propia Comisión Europea. Algo que perjudica enormemente a Asturias que, como comunidad eminente industrial, sufre históricamente los excesos tarifarios en sectores fundamentales de su estructura económica y laboral como Arcelor, AZSA, Alcoa, las cementeras y en general la industria auxiliar y las Pymes, para las que esta situación supone una piedra más en el largo camino de la recuperación económica, en un momento en el que el empleo, el estancamiento y la caída del consumo se hace patente y cuando nuestras tarifas eléctricas ya superan en muchos casos el 50% de la media europea.
El incremento del recibo a los consumidores también sufre un aumento inmediato sobre los precios de producción y reducirá el poder de compra de los ciudadanos, cuestiones muy negativas especialmente en una situación económica como la actual, sin olvidar los efectos sociales de aumento de la pobreza energética que ya padecen el 20% de las familias españolas.
Por tanto, es fundamental y urgente abordar, mediante el diálogo social, una auténtica reforma del sistema de fijación de precios de la electricidad en España, con el objetivo de aproximar nuestra tarifa a los países de nuestro entorno. De no producirse cambios en este sentido, UGT optará por la movilización.