Sor Esperanza, responsable del servicio, sostiene que "ser pobre no es una deshonra" y reclama una sociedad en la que todos tengan un hogar.
Oviedo (E.P.) .-La Cocina Económica de Oviedo espera atender a cerca de un millar de personas entre Nochebuena, Navidad y Nochevieja, registrando un "aumento" de la demanda por la crisis, especialmente entre personas que acuden a recoger comida para llevarse a casa, según ha reconocido la responsable del servicio, Sor Esperanza, en declaraciones a Europa Press.
En concreto, estima que en Nochebuena se podrán servir algo más de 150 menús en el local y más de un centenar para llevar a domicilio, aunque recuerda que "es, en cierto grado, impredecible". Asimismo, apunta que este año le constan varias iniciativas de otras entidades que también ofrecen menús a personas sin recursos.
En Navidad, se prevé que la demanda supere las doscientas personas en las instalaciones de la Cocina Económica y otras cien soliciten llevarse a casa el menú compuesto de entremeses, sopa de marisco, pescado en salsa, pavo guisado, fruta, turrones y bebida.
De cara a Nochevieja y Año Nuevo, las estimaciones de afluencia son similares y el menú se mantendrá con ligeras variaciones en el pescado y la carne.
Asimismo, la apertura del comedor se fija estos días a las 13.00 horas para el servicio de comidas y a partir de las 20.00 horas para las cenas.
En estas fechas, en las que el menú es gratuito, también crece el número de voluntarios, que asciende a algo más de un centenar entre personas de todas las edades. "Hay más mujeres, pero también hombres", señala Sor Esperanza.
"Intentamos crear un ambiente festivo", resalta, incidiendo en que la afluencia habitual ya ronda el centenar de personas y en estos días aumenta notablemente.
Ante la situación que viven las personas que acuden a la Cocina Económica, Sor Esperanza ha querido decirles que "nadie debe acomplejarse de tener necesidad". "Ser pobre no es una deshonra", ha remarcado.
Del mismo modo, ha apelado a la solidaridad del conjunto de la ciudadanía, reclamando una sociedad en la que todos tengan un hogar. "La gente se siente mal por haber perdido su hogar o su familia", advierte, pidiendo mayor "fraternidad" y un "reparto más justo" de "los bienes de la tierra".