Los bosquimanos de Botsuana convocaron una rueda de prensa en la capital del país para pedir al Gobierno que ponga fin a la persecución de la tribu.
Los portavoces bosquimanos Roy Sesana, Mangana, Keikabile Modogu y Jumanda Gakelebone comparecieron ante los medios para apelar al Gobierno a reunirse con el pueblo bosquimano y conversar sobre los continuos abusos de sus derechos por parte de las fuerzas gubernamentales.
Los bosquimanos de la Reserva de Caza del Kalahari Central (CKGR por sus siglas en inglés) fueron forzados a salir de sus hogares en tres oleadas de expulsiones entre 1997 y 2005. En mayo de 2013 el Gobierno intentó expulsar a los bosquimanos de Ranyane, otra comunidad que se ubica a las afueras de la reserva.
A pesar de las sentencias judiciales que dictaminan que el desalojo forzoso de los bosquimanos es ilegal, las autoridades de Gobierno han continuado acosando a los bosquimanos a escala nacional y haciéndoles la vida imposible.
Actualmente, la mayoría de los bosquimanos de la CKGR están obligados a solicitar permisos para entrar en la reserva. Las familias han sido separadas por un sistema similar a las leyes segregacionistas de la Sudáfrica del apartheid: solo los solicitantes específicamente mencionados en el caso judicial pueden moverse libremente dentro y fuera de la reserva.
Además de la restricción a su movilidad, a los bosquimanos se les impide de cazar dentro de la CKGR, actividad crucial para su subsistencia, y el Gobierno rehusó reinstalar el único pozo de agua que tenían en la reserva después de que las fuerzas gubernamentales lo desmantelaran durante la última oleada de expulsiones.
Los bosquimanos declararon a Survival: “Privar a nuestros hijos de vivir libremente con sus padres dentro de la CKGR va en contra de los derechos humanos. Pedimos al Gobierno que se reúna con nosotros cara a cara para debatir estas problemáticas que no podemos seguir tolerando más”.
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