Estimadas colegas:
Hemos decidido recurrir a vosotras porque tenéis en vuestras manos gran parte de la libertad y de la dignidad que pretende arrebatarnos el Anteproyecto de Ley de protección a la vida del concebido, aprobado en el último Consejo de Ministros.
Nuestras diferencias políticas no deben ser un obstáculo para que todas acordemos que las mujeres no pueden ser tratadas como personas incapaces ante una decisión tan trascendente para sus vidas como la de ser o no ser madres. Y sé que, al menos eso, lo compartimos todas.
La Ley que pretende aprobarse hace imposible la interrupción del embarazo a las mujeres con escasos recursos, las otras podrán viajar a cualquier país europeo para someterse a esa intervención. Vosotras lo sabéis porque siempre ha sucedido así .Y mucho más ahora que las leyes de plazos o de supuestos muy amplios son mayoría en los estados miembros de la UE, muchos de ellos con gobiernos conservadores. Estoy segura de que esa desigualdad os parece injusta.
Tampoco creo que a muchas de vosotras os parezca aceptable que las mujeres -a las que les ocurra- se vean obligadas a parir hijos con graves malformaciones. Ninguna mujer desea que a ella o a cualquier otra le suceda algo así; y menos aún que otros tomen una decisión que marcará su vida para siempre.
Apelamos a vuestra condición de mujeres sensibles y conscientes de la gravedad del problema del que hablamos. El Proyecto de Ley, tal como salió el viernes del Consejo de Ministros, no es razonable ni respetuoso con las mujeres. Queremos hablar con vosotras y contar con vosotras porque, si se trata de que este disparatado proyecto no se convierta en una ley de la que nos tengamos que arrepentir todos, vuestra contribución puede ser decisiva.
Queremos hacerlo desde el respeto a la conciencia y a la posición política de cada una. Pero esto va más allá de tal o cual partido político: se trata de la dignidad y la libertad de todas las mujeres.
Estamos a tiempo de que el Gobierno reconsidere el Anteproyecto de ley.
Hablemos, por favor. Os necesitamos.
Elena Valenciano.