Oviedo (E.P.) .-La Dirección General de Salud Pública de la Consejería de Sanidad del Principado advierte de que el consumo frecuente de bebidas azucaradas podría aumentar el riesgo de diabetes en edad adulta (tipo 2) hasta en un 22 por ciento, según se recoge en un estudio publicado en la revista científica 'Diabetología' que ha sido realizado por el consorcio de investigación europeo 'InterAct' y en el que ha participado este departamento del Gobierno autonómico.
Según indican desde el Ejecutivo asturiano, los investigadores estudiaron el consumo de zumos, néctares, gaseosas, bebidas refrescantes azucaradas y edulcoradas artificialmente entre 350.000 participantes del Estudio Prospectivo Europeo sobre Nutrición, Cáncer y Salud (EPIC) que se desarrolla en varios países europeos, entre ellos España.
El proyecto InterAct identificó 12.403 nuevos casos de diabetes tipo 2 entre esas personas y, tras analizar otros factores, concluyó que el consumo de 336 mililitros de una bebida refrescante azucarada al día aumenta un 22% el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Este valor es similar al 25% obtenido en otras investigaciones norteamericanas.
"Este efecto no desaparecía al tomar en consideración el grado de obesidad del sujeto ni la cantidad total de calorías diarias ingeridas en la dieta, por lo que los autores del estudio consideran que el efecto de las bebidas refrescantes azucaradas va más allá de su relación con el incremento de peso de los consumidores y es de por sí un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad", explican desde la Administración asturiana.
Una conclusión similar surgió del estudio de los consumidores de bebidas refrescantes edulcoradas artificialmente, las que no llevan azúcar añadido pero sí endulzantes como aspartamo, sacarina o sucralosa, que no aportan calorías a la dieta. En estos casos, el efecto desaparecía cuando se tenía en cuenta el peso de los sujetos, lo que probablemente indique que esas personas ya eran obesas y habían sustituido las bebidas azucaradas por las edulcoradas artificialmente.
Los investigadores no encontraron ninguna asociación entre el consumo de zumos de frutas y néctares y el riesgo de padecer una diabetes, aunque señalan que por limitaciones de información no han podido separar el efecto de los zumos de frutas del de los néctares.
Asimismo, determinaron que el consumo de bebidas refrescantes azucaradas es superior en los países del norte de Europa que en los del sur y que el perfil del consumidor de bebidas refrescantes es el de un varón físicamente activo, de escaso nivel educativo, fumador y que consume pocas frutas y verduras y mayor cantidad de carne, lácteos y dulces.
De este modo, los autores del estudio subrayan la necesidad de informar adecuadamente a la población sobre los potenciales riesgos para la salud en que se incurre cuando se consumen con frecuencia este tipo de refrescos.
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