Sanidad adquiere la metodología de las escuelas de pacientes de la Universidad de Stanford para implantarlas en Asturias
La Consejería de Sanidad se ha hecho con las licencias de la metodología desarrollada en la Universidad californiana de Stanford, pionera en programas de formación de paciente a paciente, para implantarla en las escuelas de pacientes del Principado de Asturias. Se trata de una medida estratégica del Gobierno para abordar la cronicidad, basada en la formación entre iguales, entre personas que tienen las mismas patologías y se ayudan a afrontar la enfermedad.
El programa de paciente experto de Stanford, validado en España por la Universidad del País Vasco, ha servido como base metodológica para programas de formación entre iguales en todo el mundo. El paciente experto es aquél que tiene asumido que es el principal responsable de su salud, decide cuidarse y dispone de las habilidades, la motivación y la confianza para hacerlo, siempre en colaboración con los profesionales sanitarios.
Se trata de un método más que contrastado para formar a pacientes, personas cuidadoras y expertos por parte de personas que padecen o viven la enfermedad de forma directa. Ayuda a las personas afectadas a profundizar en el conocimiento de su patología para manejarla mejor y afrontar sus diferentes fases.
El objetivo básico de estas escuelas de pacientes es la atención de aquellas personas y sus familiares cuidadores cuyas enfermedades aún no pueden curarse ni prevenirse adecuadamente y que evolucionan a la cronicidad, incluso con el tratamiento adecuado. El conocimiento del paciente de su propia enfermedad le pone en situación de establecer de forma preventiva comportamientos y conductas saludables que son determinantes del modo de enfermar de las personas.
Otros objetivos son los de proporcionar a los pacientes crónicos el apoyo que necesiten para continuar con su vida diaria y ayudar a superar situaciones que les perjudican, responsabilizarse con sus tratamientos continuados y facilitarles los recursos y dispositivos que alivien sus situaciones.
La formación entre pares tiene indudables beneficios entre los que destacan la creación de redes de apoyo mutuo, permite un mejor conocimiento y una mayor experiencia en relación con las patologías, a la vez que presta apoyo moral y afectivo a las personas que deben afrontar la enfermedad, sus familiares y cuidadores.
Las escuelas de pacientes son una de las estrategias de la Consejería de Sanidad para abordar la cronicidad, colaborar con los cuidadores de personas enfermas, y ayudar a la población a mantenerse sana. La primera experiencia de este tipo tuvo lugar el pasado mes de noviembre en el Hospital de Cabueñes y participaron 22 personas, once enfermeras del Servicio de Salud y otros tantos pacientes.
La Encuesta de Salud para Asturias de 2012 pone de manifiesto que las enfermedades crónicas aumentan su prevalencia respecto a 2008. Un 32% de la población tiene problemas crónicos de salud o de larga duración, una de cada cuatro personas adultas sufre artritis, artrosis o problemas reumáticos al igual que hipertensión arterial; una de cada nueve padece problemas de ansiedad o nervios, al igual que depresión nerviosa, y una de cada cinco, exceso de colesterol, por citar algunas de las dolencias más comunes.
De ahí que la atención a las personas con enfermedades crónicas sea uno de los principales retos de todos los servicios de salud, ya que el envejecimiento de la población y los procesos crónicos consumen buena parte los recursos.
Otra realidad es que estas enfermedades crónicas se agrupan en los pacientes con pluripatologías, de modo que el paradigma actual de la asistencia trata de enfocar la atención a la persona y no sólo a cada una de las enfermedades. La atención centrada en el paciente adquiere entonces categoría de necesidad para evitar la polimedicación y otras consecuencias de un abordaje exclusivamente farmacoterapéutico.
La excesiva medicalización no ha resuelto la situación de salud de los pacientes pluripatológicos polimedicados y en algunos casos la está agravando. Por tanto, es necesario adoptar nuevos enfoques, promover actividades encaminadas a la educación y comprensión de su enfermedad, y evitar en la medida de lo posible las complicaciones para tratar de mantener una buena calidad de vida.
FOTO: EUROPA PRESS