Quito (Pichincha).- El Primer Mandatario de Ecuador, Rafael Correa, recibió en el Palacio de Carondelet a los representantes de los 83 países que participaron en el XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes, a quienes envió un sentido homenaje de unidad y esperanza política.
Luego de retornar de sus actividades en Latacunga, provincia de Cotopaxi, el Presidente Correa saludó con un centenar de jóvenes de los cinco continentes que asistieron al Salón de Banquetes de la casa de Gobierno. En el evento quedó claro que la revolución no conoce de lenguas o color de piel, sino de identidad política y los lazos solidarios.
“Es una alegría haberlos acogido en nuestro país durante estos días. No se preocupen porque aquí será difícil que llueva como llovió la otra noche, en el Bicentenario”, bromeó el Jefe de Estado de Ecuador, al recordar que el pasado 7 de diciembre cayó un fuerte aguacero en el Parque Bicentenario, durante la inauguración del XVIII Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes.
Antes de iniciar la reunión juvenil, el Presidente Correa saludó con Elián González, a quien felicitó por ser un “gran representante del pueblo cubano”. Y luego de un sentido espaldarazo, las dos figuras públicas lideraron la reunión en Carondelet, a la cual también asistieron Ricardo Patiño, Canciller de Ecuador, Gabriela Rivadeneira, Presidenta de la Asamblea Nacional, Betty Tola, Secretaria de Gestión Política, entre otros.
“Tenemos mucha fe en la juventud, la juventud cambiará el mundo. Aquí, en nuestro país, los poderes que siempre nos dominaros están siendo derrotados. El mundo está dominado por el capital, así que la nueva izquierda debe derrotar al imperio del capital. Jóvenes, jamás darse por vencidos”, dijo el Mandatario a los asistentes, que escucharon atentamente a su anfitrión.
La velada continuó con un evento artístico musical, donde se entonaron varias canciones ecuatorianas y latinoamericanas, demostrando así que la unidad vive en la Patria Grande. DEO/El Ciudadano