El exmiembro del Comité Ejecutivo del PCE y del grupo fundador de CCOO, Julián Ariza; el exministro de Relaciones con las Cortes en el Gobierno de Adolfo Suárez, Ignacio Camuñas, y el exministro de Obras Públicas y portavoz del Grupo Socialista entre 1981 y 1985, Javier Sáenz de Cosculluela, han reivindicado hoy en Santander el valor del consenso y han reclamado un pacto de Estado para hacer frente a los retos derivados de la crisis y la situación política actual.

Así lo señalaron en una rueda de prensa con motivo del Encuentro ‘Actualidad política de los valores de la Transición Democrática’, organizado por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en la que también intervinieron el catedrático de Sociología de la Universidad Complutense, Juan Díez Nicolás, y el catedrático de Sociología de la UNED, José Félix Tezanos, codirectores del curso.

Ariza aseguró que durante la Transición hubo una “conciencia clara” de cuales eran “los grandes problemas” a los que se enfrentaba el país, y se hizo un “esfuerzo” sin renunciar a la identidad política de cada cual para conseguir “la instauración de las libertades y la afirmación de la democracia”.

Aunque recordó que el contexto actual “no tiene nada que ver” con el de entonces, pidió “un acuerdo entre todos los partidos, fundamentalmente los dos principales” para hacer frente a los “importantes” retos que el país tiene por delante y “legitimar la política”.

Por su parte, Camuñas lamentó la falta de “sentido común” y de “alto patriotismo” de las formaciones políticas actuales, que olvidan que existen “intereses generales superiores a los propios”. En ese sentido, valoró la necesidad de explicar a las generaciones actuales “la dificultad, el sacrificio y el esfuerzo que se hizo para asentar la democracia en el país”.

El que fuera ministro durante el gobierno de Adolfo Suárez destacó “el clima de compañerismo” que se vivió durante la Transición entre los distintos actores de la vida política y añadió que es necesario recuperar la “cordialidad” en la vida política española, ya que “todo intento de dinamitar al adversario” lleva al “pudrimiento de la vida democrática”, criticó.

Cosculluela, por último, defendió que en estos momentos de crisis y de “cierto despego” de los ciudadanos respecto a la política y las instituciones, es “importante” recuperar aspectos como el respeto a los adversarios políticos y la voluntad de consenso, ya que, aseguró, “la sociedad española tiene derecho a esperar y a exigir que los dirigentes sean capaces de alcanzar acuerdos”.

Movimiento 15-M

Con respecto al movimiento ciudadano 15-M, los directores del curso coincidieron en manifestar su “comprensión y simpatía” por los manifestantes, pero se mostraron críticos con algunas de sus iniciativas y acciones.

Para Díez Nicolás, la indignación popular demuestra “que hay vida en la sociedad”, pero recordó que “la mejor asamblea son las urnas donde los ciudadanos expresan sus preferencias políticas”.

“Es un debate de altura”, explicó Tezanos, quien aseguró que a la hora de arreglar las “disfunciones” de la democracia no hay que prescindir de ella, sino “perfeccionarla”, tarea para la cual reclamó del movimiento “propuestas concretas”