El determinante papel de la mujer empresaria respecto a factores como el rendimiento económico o como la innovación han sido algunas de las conclusiones del V Foro Mediterráneo de Mujeres Empresarias, según publica AFAEMME, entidad organizadora del evento junto con ASCAME (Asociación de Cámaras de Comercio e Industria del Mediterráneo) y la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona.
Celebrado en el marco de la VII Semana Mediterránea de Líderes Económicos, el evento tuvo lugar días atrás en la Casa Llotja de Mar de Barcelona. Según ha manifestado la presidenta de AFAEMME, María Helena de Felipe Lehtonen, otras conclusiones relevantes han sido que las mujeres tienen un vínculo emocional con el dinero que las hace menos propensas al riesgo, si bien la obtención de financiación para las emprendedoras uno de los problemas más significativos para iniciar sus proyectos.
El Foro contó, entre otros participantes, con la vicepresidenta de la Generalitat de Catalunya, Joanna Ortega, el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Navegación de Barcelona, Miquel Valls, así como Francina Vila, regidora de Mujeres y Derechos Civiles del Ayuntamiento de Barcelona; Najoua Attia, presidenta de la Comisión de Mujeres Empresarias de ASCAME, y Fathallah Sijilmassi, secretario general de la Unión por el Mediterráneo.
Sally Arkley, directora de la Women Business Development Agency (WBDA) del Reino Unido, intervino acerca de la importancia de la consolidación y del crecimiento de las pymes como motores del desarrollo económico de la región. Por su parte, Ángela di María, de Banca di Italia, analizó la problemática del acceso a la financiación desde una perspectiva de género y planteó el debate de si las finanzas islámicas suponen una oportunidad para la mujer empresaria.
A ese respecto, AFAEMME señaló en sus conclusiones que las instituciones financieras deberían lanzar productos financieros específicamente adaptados a la mujer. Sólo el 8% de los préstamos concedidos en la región MENA son para pymes. Asimismo, una interpretación errónea del Islam ha conducido a una exclusión de la mujer del ámbito financiero. El sistema financiero Mediterráneo puede canalizar los recursos a las empresas productivas pero hay que incidir en una mayor rapidez en la concesión de los créditos. Asimismo, en Oriente Medio se han abierto sucursales y creado tarjetas de crédito específicas para la mujer.
Por último, las presidentas de varias asociaciones de empresarias de la región hicieron una exposición de las perspectivas económicas existentes derivadas de "La situación de las pymes lideradas por mujeres en los países del Mediterráneo".
En los países Euro-mediterráneos, el fuerte impacto de la crisis ha afectado especialmente a las mujeres en la promoción de sus empresas. Sin embargo, es notorio que en Albania el 70% de las microempresas son lideradas por mujeres. Por el contrario, en Grecia, el 42% de la población activa femenina considera que crear una empresa es un factor de riesgo para la estabilidad de su familia. En Italia, solo el 30% de las empresas están lideradas por mujeres. Malta tiene el porcentaje de empresarias más bajo de toda Europa. Sin embargo, en Turquía, la actividad empresarial de la mujer desciende hasta el 7% y cerca de la mitad de la población femenina no la considera como una opción real.
Por otra parte, en la ribera sur del Mediterráneo, la primavera árabe ha despertado el interés en el emprendimiento femenino. En Egipto, el 33% de los créditos otorgados por el Fondo Social Egipcio han sido para las empresarias. En Líbano, se está fomentando la formación de jóvenes emprendedoras con el soporte de las instituciones gubernamentales. En Argelia, el 65% de las licenciadas universitarias son mujeres, pero sólo el 6% del tejido empresarial es femenino. En Marruecos, más de un 98% de las empresas lideradas por mujeres son microempresas, y en el año 2000 el Gobierno marroquí aprobó el primer plan de fomento del emprendimiento de la mujer, recogiendo también esta medida en la nueva Constitución. En Túnez, los últimos acontecimientos políticos han promocionado el papel de la mujer en la economía, aunque en muchos casos las propias mujeres auto limitan su visibilidad. En Libia, muchas mujeres lideran negocios, aunque no constan oficialmente en los registros. Sin embargo, se ha doblado la presencia de mujeres consejeras en las grandes empresas en estos últimos años. En Palestina, el bloqueo económico israelí tiene una especial incidencia en el comercio, sector en el que están principalmente implicadas las empresarias palestinas. En Siria, los sectores con mayor representación empresarial femenina son el textil, la cosmética, la restauración y los servicios médicos, habiendo trasladado la mayoría de las empresas sus recursos a Jordania y Líbano. En Argelia, considerando que el 65% de las licenciadas universitarias son mujeres, llama la atención que sólo el 6% del tejido empresarial sea femenino.
Las presidentas de las asociaciones miembros de AFAEMME acudieron a la cita en Barcelona desde más de una veintena de países y aprobaron la incorporación de cuatro nuevos miembros que se sumarán a los 40 miembros actuales de la entidad. Las nuevas asociaciones a sumarse fueron: AIDDA, Asociación de Emprendedoras y Empresarias de Italia; ONE, Asociación de Empresarias de Bosnia & Herzegovina; W@WITALIA, Asociación de Empresarias de Biella, Italia; y LWB, Foro de Empresarias de Libia.
Las principales conclusiones del foro fueron que se necesitan productos financieros más apropiados para la mujer (“women friendly finances”), que hay que continuar con el impulso de políticas de género que favorecen la eliminación de los estereotipos, y que la crisis económica y política del Mediterráneo es una oportunidad de establecer un frente económico común que permite a la mujer tomar parte más activamente en el mercado laboral.
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