Esta cantidad se suma a los 12 millones de dólares que el Banco Mundial ya ha puesto a disposición para hacer frente a la sequía y la hambruna que está asolando Sudán, donde 11 millones de personas se encuentran en situación desesperada

Con esta aportación económica se pretende hacer frente a la hambruna que la ONU declaró el pasado miércoles en dos regiones del sur de Sudán, algo que no sucedía desde hace más de veinte años. Con esta inyección de dinero se busca un alivio de la situación a corto plazo, pero también se plantean soluciones a largo plazo para una recuperación económica efectiva. 

El Gobierno francés, como presidente de turno del G-20, ha organizado un encuentro de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en el que se espera que participen, además de los miembros de esta institución, varios bancos regionales, otros organismos de la ONU y organizaciones no gubernamentales.

Según datos de la FAO, la crisis afecta a la totalidad del Cuerno de África, aunque el país más perjudicado es Somalia ya que, a la sequía y la hambruna que asola el país, hay que añadir la complicada situación de violencia que se vive en el centro y el sur de la nación, por la presencia de las milicias integristas islámicas que no permiten la llegada de ayuda a las zonas que tienen bajo su control.

La Unión Europea y Estados Unidos han anunciado un incremento de la ayuda humanitaria, mientras que el Programa Mundial de los Alimentos estima que se necesitan, de aquí a final de año, 360 millones de dólares adicionales para afrontar la crisis.

UN Foto: Albert González Ferrán