Quito, Telesur/Andes.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos podría desestimar la presentación de cargos contra el fundador de WikiLeaks, Julian Assange, por la publicación de documentos clasificados filtrados en el sitio web, según una publicación del diario The Washington Post.
"Hay funcionarios estadounidenses que admiten que hay muy pocas posibilidades de enjuiciar a Assange en EE.UU. por esas filtraciones, ya que los abogados del Gobierno creen que no podrían hacerlo sin abrir también procesos contra organizaciones de noticias y periodistas que divulgaron los documentos facilitados por WikiLeaks", recoge el diario estadounidense.
"Aunque Assange publicó los documentos clasificados, él no fue la persona que los filtró y eso afecta al análisis jurídico que ha realizado el Departamento de Justicia, que en Estados Unidos también ejerce la función de la Fiscalía Federal", agrega la publicación.
El "problema" en la investigación abierta a Assange en EE.UU. es que "no hay manera de procesarlo por la publicación de información sin que la misma teoría se aplique a los periodistas", explicó al Post Matthew Miller, exportavoz del Departamento de Justicia.
Funcionarios de Justicia explicaron que, en el caso de Assange, no hubo una filtración ilegal de información, solo la publicación de cables confidenciales, algo con implicaciones legales diferentes, comenta el Post.
En 2010 y 2011, WikiLeaks sacó a la luz centenares de miles de documentos que pusieron en entredicho las prácticas de Estados Unidos en materia política, militar y mediática sobre distintos gobiernos para imponer su control a nivel global.
Además, la organización develó documentos confidenciales relacionados con las guerras en Irak y Afganistán.
Desde 2012 Assange se encuentra en la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió a la espera del asilo político, a fin de evitar su extradición a Suecia, país que lo reclama por supuestos delitos sexuales, que él niega.
En 2013, el exanalista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) Edward Snowden, refugiado en Rusia, reveló masivas prácticas de fisgoneo a usuarios, empresas y gobernantes de países como Alemania, Brasil, México, Francia y España mediante audio, vídeos, fotografías, correos electrónicos, documentos y conexiones online.