PA/DICYT La Universidad de Salamanca ha desarrollado una aplicación web que pretende mejorar las habilidades lectoras de los niños. En los últimos tiempos está aumentado el número de niños que tiene dificultades para comprender textos y este proyecto se propone contribuir a solucionar este problema. La aplicación asocia distintas narraciones con juegos que facilitan su comprensión e incluye representaciones de relaciones causales y temporales. El objetivo es que los escolares interactúen con la historia para asimilar mejor lo que leen.
“Los psicólogos han hecho estudios y han descubierto que las habilidades de comprensión lectora se adquieren sobre todo entre los 7 y los 11 años”, explica a DiCYT María Navarro Cáceres, principal responsable del desarrollo de esta herramienta. La idea está pensada para niños con dificultades para entender los textos y, dentro de ellos, se incluyen quienes sufren algún problema que incrementa dichas dificultades, por ejemplo, los que tienen discapacidades auditivas.
Cada historia está dividida en una serie de episodios y, una vez que los niños los han leído pueden pasar a realizar una serie de juegos que se van adaptando a sus progresos. “Son juegos de preguntas y respuestas y, a medida que van acertando, se complican; y viceversa, si tienen un elevado número de fallos, se vuelven más sencillos”, señala María Navarro, que es alumna de la Facultad de Ciencias y ha contado con el apoyo de los profesores Fernando de la Prieta Pintado y Angélica González Arrieta para sacar adelante este proyecto.
La herramienta es muy versátil, ya que permite editar el texto, las imágenes, analizar los resultados de los juegos o los tiempos de respuesta, de manera que los educadores tienen una buena fuente de información sobre las posibles carencias de los niños y pueden realizar un buen seguimiento de sus avances. Como aplicación web, estará disponible para cualquier ordenador y especialmente diseñada para tabletas digitales, cuyo manejo les resulta especialmente intuitivo a los jóvenes.
Desde el punto de vista técnico, el producto está estructurado en tres niveles: una parte de almacenamiento, otra de gestión de datos y otra de interacción con el usuario. El diseño ha sido una parte muy importante, con animaciones y color, ya que se busca sobre todo atraer la atención del niño y que pueda interactuar de la forma más intuitiva posible.
La iniciativa está pensada para el mundo educativo en un sentido amplio, ya que puede ser útil para escuelas o academias, así que los responsables del proyecto consideran que puede una salida comercial. De hecho, la idea se ha desarrollado en el marco del Programa de Prototipos Orientados al Mercado del Proyecto de Transferencia de Conocimiento (T-CUE) de la Junta de Castilla y León.