La técnica electroquímica cíclica acelerada (ACET) desarrollada por un miembro del grupo Polímeros y Materiales Avanzados (PIMA) de la UJI y explotada comercialmente por la spin-off Mediciones y Corrosión ha superado una fase clave del proceso y será próximamente publicada como norma por AENOR, la Asociación Española de Normalización y Certificación
La técnica electroquímica cíclica acelerada (ACET) es un método de evaluación de las propiedades anticorrosivas de las pinturas aplicadas sobre sustratos metálicos. La duración del ensayo es de solo 24 horas, en oposición a los hasta 6 meses que pueden requerir los ensayos actualmente utilizados como la niebla salina, y proporciona información no sólo cuantitativa sino también cualitativa sobre el modo de fallo de las pinturas. Este método de ensayo fue desarrollado por investigadores de la Universitat Jaume I, y es ofrecido al mercado a través de la empresa spin-off Mediciones y Corrosión, SL, creada para su comercialización.
Tras un largo proceso, cuyos orígenes se remontan a 2006, y que ha implicado la validación técnica del ensayo, el pasado 28 de mayo concluyó el periodo de alegaciones iniciado con la publicación en el BOE el 28 de abril de 2011. Concluida esta etapa, pronto verá la luz el texto definitivo de la norma UNE que será publicada por AENOR, y que es la antesala de la publicación de una norma EN de ámbito europeo cuando los comités técnicos de otros cuatro países aprueben el texto.
La normalización es un proceso mediante el cual la Administración y otros agentes interesados, según los casos consumidores, usuarios, fabricantes o laboratorios de ensayo, alcanzan un acuerdo plasmado en un documento técnico, una norma. En este documento se definen las características que debe reunir un producto, servicio, o, como en este caso, un procedimiento de ensayo, para garantizar características tales como su seguridad, compatibilidad o adecuación a su función.
El proceso de normalización en sus diferentes niveles (internacional, europeo o nacional), se realiza en el seno de organismos reconocidos (AENOR en el caso español), de acuerdo con un procedimiento que busca la participación de todos los interesados, representados en comités técnicos que garantizan que los estándares adoptados cuenten con el mayor respaldo posible y que en el caso de los ensayos realizan un juicio sobre su adecuación técnica.