Por Malullaco.-Esta semana, en un "primaveral" día de este increíble cálido Otoño, las componentes de la Cofradía Doña Gontrodo tuvieron el consabido encuentro mensual, en esta ocasión en la Sidrería Restaurante El Yantar de Lola. Por ser un restaurante nuevo en la zona, diré que está ubicado en el número 14 de la Avenida Galicia, en el lugar que ocupara el antiguo Yuppi ya desaparecido.

La cofradía en esta ocasión, tuvo interés en saber lo que se guisaba en este establecimiento, situado en una las calles que es toda una referencia en el sector de la restauración ovetense, por el gran número de restaurantes que se han abierto en esta zona "noble" de de la ciudad.

Toda una novedad para las cofrades, que se congregaron en esta sidrería restaurante, en donde estaban citadas para degustar y valorar el menú, conforme a lo habitual de su cometido en el peregrinar por los diferentes restaurantes.

La Sidrería El Yantar de Lola es un local bastante amplio donde el comedor viene a ser una prolongación del propio bar, divisándose al fondo, unos originales dibujos semejantes a los que se harían sobre una pizarra con tiza o lo que en mi juventud llamábamos "clarión". Una decoración mas bien típica del establecimiento donde la sidra encaja perfectamente para ser escanciada en un ambiente típico. Nada mas entrar, lo que mas llama la atención es un mural con la ampliación de una foto de los años treinta en la que se ve a unos señores, algunos cubiertos con sombrero, prestos a tomarse unos culinos de sidra y rodeados de cajas conteniendo botellas  de la emblemática  y preciada bebida regional.

El propietario, llamado Alberto, es un hombre corpulento pero de modales exquisitos, que se mostraría afable y atento con nosotras en todo momento, pudiéndose  apreciar enseguida su profesionalidad.

Por sugerencia suya, se nos ofreció un menú consistente en unas entradas a base de fiambres de calidad, croquetas estupendas, chipirones fritos y ensalada mixta  con tacos de bonito y como segundo plato  cachopo de ternera asturiana con patatas fritas y pimientos, que es una especialidad de la casa entre otras ofertas.Para las mas amigas del pescado les sirvió merluza de Avilés, a elegir entre frita a la romana o en cazuela. Hubo dulcería casera para los postres y todo ello se sirvió con un vino curiosín de la casa, antes de rematar con café

o infusiones para prolongar la sobremesa. Entró todo dentro del presupuesto concertado, con productos de calidad y bien elaborados.

Lo cierto es que las señoras quedaron satisfechas de este encuentro, de lo que pueden dar fe las asistentes en esta ocasión, que paso a enumerar por el orden de la foto de familia: Maria Luisa, Isabel (invitada en esta ocasión) Pilar (también invitada), Mariló, Margarita, MªLuisa Bengoa, Raquel, Cari, Nieves, Aranzazu, Pilar, Marigó, Ludi y Maricarmen.

Como es preceptivo, la presidenta entregó  a Alberto al final del almuerzo, el diploma encuadrado donde queda constancia el paso de la Cofradía Doña Gontrodo por el establecimiento.