La alcaldesa de Madrid, Ana Botella, ageadeció hoy a los madrileños "su paciencia y colaboración" durante los trece días que ha durado la huelga de basuras. "Han demostrado, de nuevo, con su comportamiento ejemplar, que saben estar a la altura de las circunstancias difíciles". Ana Botella ha comparecido en rueda de prensa tras conocer que sindicatos y empresas concesionarias de los servicios de limpieza habían llegado a un acuerdo y que los trabajadores lo habían ratificado. La huelga de limpieza y recogida de basuras ha finalizado y la alcaldesa ha anunciado que el Ayuntamiento deja esta medianoche sin efecto las medidas extraordinarias dictadas el pasado viernes para garantizar la prestación de los servicios mínimos de limpieza.
"Ni un solo euro de los costes de esta estrategia de intimidación", ha asegurado la alcaldesa, "repercutirá en los bolsillos de los madrileños". "Pretendieron convertir una huelga de limpieza en una huelga de recogida de basuras, quisieron llevar a Madrid al límite y no lo han conseguido". Como ya puso de manifiesto apenas 24 horas después del inicio del conflicto, Ana Botella ha insistido en que ha habido "una intención deliberada por hacer que nuestras calles estuvieran en la peor situación posible, los madrileños lo saben".
La capital ha sufrido desde el pasado 5 de noviembre, insistió, las consecuencias de un conflicto laboral que ha derivado en una situación "de presión y de agresión injustificable". "Mi reconocimiento a los que han visto lesionados sus derechos e intereses".
Servicios de calidad a un menor coste
Ana Botella ha valorado positivamente que la huelga haya concluido sin la pérdida de ningún puesto de trabajo. En su opinión, esto demuestra que no había ninguna relación causa efecto entre los nuevos sistemas de contratación del Ayuntamiento y la pérdida de empleos.
El Gobierno municipal, por tanto, no desistirá de su objetivo, ha constatado, de prestar a los madrileños "los mejores servicios con un menor coste". La conjunción de la demanda interpuesta ante la Fiscalía para devolver a los madrileños sus derechos, el ultimátum para restituir la normalidad a las calles y la protección de la Policía a los que salieron a trabajar "ha desactivado los peores efectos del conflicto".
Por otra parte, Ana Botella apuntó la necesidad de abordar la elaboración de la una ley de huelga, "que ponga freno a los perjuicios que sufren los ciudadanos, no se puede aceptar el incumplimiento sistemático de los servicios mínimos que afectan a servicios públicos esenciales y no es posible que la convivencia, ante un derecho constitucional como la huelga, se pueda ver afectada hasta límites intolerables". La normativa que regula este derecho, recordó la regidora, está basada en un Real Decreto de 1977, ya obsoleto y anterior a la Constitución. Su modernización es, dijo, "una reivindicación histórica de la sociedad española". Los ciudadanos "no pueden volver a ser rehenes de un conflicto como el que hoy ha finalizado"./